Isabel Preysler llegaba con un rostro feliz y sonriente a la presentación de una nuevo espacio de Rolex en la joyería Rabat, situado en una conocida calle de Madrid. Y esa sonrisa de oreja a oreja escondía una grandísima noticia.
Y es que, aunque entre en sus planes más cercanos no esté presente el de casarse, la empresaria ha confesado que Mario Vargas Llosa le ha pedido la mano este verano: " Fue una noche cenando tranquilamente, fue bonito ".
Al preguntarte por si fue una pedida romántica, con algún obsequio especial, ella contestó: " No ha habido regalos, somos mucho más espirituales ", por lo que parece que no se han regalado ningún caprichito.
No obstante, a pesar de estar muy enamorada, Isabel Preysler ha asegurado que por el
momento no hay boda a la vista y que todavía no le ha dado una respuesta al escritor: " Lo que no veo es la necesidad de casarme tan rápidamente " -hay que recordar que recientemente se dijo que no quería dar el 'sí quiero' al Premio Nobel para no perder su pensión de viudedad-.
Isabel Preysler: "No veo necesidad de casarme tan rápidamente"
A pesar de la espera en la que se encuentra Vargas Llosa, la Preysler necesita hacer
bien las cosas para dar el paso definitivo: " No lo estoy haciendo para hacerme de rogar, lo estoy haciendo simplemente porque me estoy tomando mi tiempo ".
Otro de los temas a tratar ha sido el de la resolución de la polémica herencia del
que fue su segundo marido Miguel Boyer : "Queda poco, lo está resolviendo el
hermano de Miguel, y yo creo que lo va a resolver rápidamente. Será a finales de año ".
Lo que es más que evidente, además de la sonrisa que nunca quita de su rostro, es que se encuentra en un momento personal de plena felicidad: " Estoy en un momento muy bueno, un momento de paz, un momento feliz... Estoy encantada ".