El Premio Nobel de Literatura ha visitado Filipinas para dar una conferencia y para ser investido Doctor Honoris Causa. Pero también ha tenido tiempo de recorrer las calles más especiales del país natal de Isabel Preysler.
Mucho se ha dicho, llegando incluso a hablar de crisis que fue desmentida por la propia empresaria vía exclusiva, sobre el hecho de que Isabel Preysler no acompañe a Mario Vargas Llosa a los diferentes eventos a los que tiene que acudir por su condición de influyente escritor. Pero esta vez no podía faltar a la cita puesto que esta era en Filipinas, país natal de ella. El Premio Nobel de Literatura ha viajado hasta allí para pronunciar una conferencia en la Universidad de Santo Tomás así como para ser investido Doctor Honoris Causa por la universidad de La Salle, actos en los que ha contado con el apoyo de su pareja.
Y entre compromiso y compromiso, la pareja ha aprovechado para hacer turismo por el país y la reina de corazones ha aprovechado también la ocasión para presentar su novio a su hermana, primos y sobrinos. Según comentaba el propio Vargas Llosa: "Todos me han tratado con mucho cariño". Preysler también le llevó al colegio en el que estudiaba antes de venirse a vivir a España y allí se encontraron con una monjita que había sido profesora de la madre de Enrique Iglesias.
Isabel Preysler enseña a Vargas Llosa sus rincones mágicos de Filipinas
No obstante, aunque todo parece felicidad durante este viaje, nada más lejos de la realidad, la pareja está muy molesta con las informaciones aparecidas en la revista Interviú en la que se asegura que ella habría ganado unos 2,5 millones de euros con su relación con Vargas Llosa.
Sea como sea, lo cierto es que la pareja sigue disfrutando de su estancia en Filipinas, en el que es el primer viaje de Isabel Preysler a su país natal con su nueva pareja. Ella le ha hecho de cicerone y le ha mostrado algunos de los rincones que más le gustan y de los que guarda un recuerdo más emotivo. Un viaje único para ambos.Un nuevo y romántico, aunque laboral, viaje a lo largo del que seguro Vargas Llosa ha vuelto a sacar el tema de pasar por el altar. Y es que fue su propia pareja la que confesó que el verano pasado le había pedido matrimonio pero que, aunque él esté ansioso, ella todavía quiere esperar un tiempo antes de volver a vestirse de novia.