La relación entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler provocó ríos de tinta y un escándalo que sigue todavía coleando. La mujer del escritor, Patricia Llosa, se mostró muy dolida por la infidelidad, mientras que sus hijos, tras la sorpresa inicial, tomaron caminos distintos. Álvaro, Gonzalo y Morgana han apoyado desde el primer momento a su madre, aunque mientras los dos últimos no ven con buenos ojos la relación de su padre con la filipina, Álvaro está del lado tanto del escritor como de su progenitora.
Las palabras de Álvaro Vargas Llosa
"Me he sentido obligado a conceder, después de mucho tiempo, una entrevista a Mediaset en España en relación con mis padres por la abundante información periodística que hace referencia a mi familia y que, al referirse a mí, por lo general no refleja bien mi manera de pensar. La entrevista que se ha divulgado por televisión es un resumen incompleto de lo que he dicho. Comparto con ustedes el tenor de todo lo que dije para que tengan una idea más cabal de lo que pienso. No incluyo las preguntas del entrevistador, sólo mis respuestas, que transcribo de memoria y se aproximan lo más posible a lo que dije:
"Sí, mantengo un contacto permanente tanto con mi madre como con mi padre. Ella va a venir a pasar unos días conmigo a Washington. La veo bastante bien. A él lo veré en Nueva York, donde pasará unas semanas y tenemos algunos actos donde estaremos juntos. Sí, yo me enteré de lo que sucedía por mi hermano Gonzalo, porque mi padre con quien primero habló fue con él en vista de que ambos estaban en Europa, mientras que yo estaba en Estados Unidos y mi hermana en Lima. Luego mi padre habló conmigo, me lo explicó y le dije que respetaba mucho su decisión. Él fue, como es siempre, muy honesto con nosotros".
"Sí, Isabel Preysler me parece una persona interesante, una persona elegante, y evidentemente representa para mi padre algo importante. Nadie hace lo que ha hecho mi padre si no siente por otra persona afecto genuino. Yo respeto profundamente su decisión, exactamente igual que respetaría la decisión de mi madre si ella decidiera rehacer su vida con otra persona. No me corresponde a mí ni a nadie más que a ellos decidir si quieren casarse, pero mostraría el mismo respeto que le he mostrado hasta ahora, y le desearía suerte, como lo haría si se tratara de mi madre. Es lo natural en hijos que tienen consideración por las decisiones de vida que toman sus padres. El proceso de separación se lleva a cabo de un modo privado y amistoso, y mi deseo es que siga siendo así. Yo estoy seguro de que todo lo que ocurra, ocurrirá de una manera civilizada y armónica. Ambos saben que cuentan con mi compañía y apoyo en ese proceso. Un proceso en el que sobra cualquier persona que no sean los padres y los hijos", finaliza Álvaro Vargas Llosa.