La estancia en prisión de Isabel Pantoja no ha sido un camino de rosas. La tonadillera ingresó en la prisión de Alcalá de Guadaíra el 21 de noviembre de 2014 para cumplir su condena por blanqueo de capitales, y desde el primer momento se vio envuelta en polémicas por las filtraciones que llegaban a los medios de comunicación.
Finalmente, el goteo informativo cesó prácticamente hasta que Isabel Pantoja salió de la cárcel para disfrutar de su primer permiso carcelario, cuatro días en los que le ha dado tiempo a disfrutar de su familia y de sus amigos en Cantora.
El viernes, día en el que agotó su tiempo de libertad, una expresa de Alcalá de Guadaíra participó en 'Sálvame Deluxe' para denunciar el presunto trato de favor que tendría la tonadillera entre los muros de la cárcel, así como para aportar datos sobre cómo le han tratado las reclusas en este tiempo.
"Cuando llegó la primera vez le metieron a un módulo lleno de privilegios que son para las personas que trabajan", comentó la expresidiaria Carmen, que también se quejó de cómo había tratado al salir de la cárcel en su primer permiso: " Cuando salió de permiso le acompañan dos funcionarios y le dan un beso como si fuera una compañera; el mismo funcionario por ejemplo, dentro le das los buenos días y ni te contesta. A ella le acompañan y le dan dos besos, sienta mal que un funcionario desprecie a otras presas y a Isabel Pantoja, por el nombre que tiene le hagan eso.
Ventajas en el economato y un beso para la directora
En cuanto a las compañeras, resalta que había algunas que le tenían manía y otras aprecio. Las que le tenían manía la hacían la vida imposible, pero tampoco de forma muy directa: " Las que le tenían manía le hacían la vida imposible, pero al principio, ya no. Le molestaban y le insultaban, pero no directamente, siempre por abajo.
Lydia Lozano preguntó sobre si la prima de Raquel Bollo le trataba mejor que a otras, y según Carmen sí, ya que este familiar trabaja en el economato y le da a la cantante lo que quiere cuando quiere: "Por la tarde solo se venden refrescos, y si a ella le apetece por ejemplo una lata de algo, queso o chorizo y se lo manda". Además de eso, se le preguntó por el beso que lanzó cuando salía de la cárcel en dirección al centro penitenciario; Carmen, tajante, asegura que el ósculo era para la directora "porque la primera oficina que hay es la suya".