Pues bien, en esta ocasión, sobre lo que ha hablado y que nunca había hecho ha sido sobre la adopción. Ya cuando estuvo en 'De viernes' tocó un poco tema pero ahora ha profundizado en algo sobre lo que apenas tiene información: "Yo no elegí venir a España. Estoy súperagradecida por haber sido adoptada pero la vida que he tenido es la que es", comenzaba diciendo en la revista Lecturas.
Tras esto, contaba cómo salió el tema con Dulce: "El otro día vino Dulce a casa, vimos unas fotos mías de cuando era pequeña que tenía en un sobre que me había dado Diego Gómez. Hablamos de la adopción. Y dice Dulce: 'No quiero contarte nada, no es una cosa mía'. Le dije: 'Si no me lo cuentas tú...'". Isa Pantoja asegura que quiere saberlo todo y, desde los 8 años que tuvo una conversación con su madre, no ha vuelto a saber nada.
"Con 18 años volví a hablar con mi madre de la adopción, fue justo cuando salió a la palestra mi madre biológica. Lo hice para tranquilizarla a ella, encima", revela. "Ahora me siento fuerte como para afrontar esa información" y, además, añade que tiene ganas de saber si tiene más familia de origen. Sin embargo, hay algo que tiene claro: "No creo que hubiera querido conocer a mi madre biológica, para mí habría sido como faltarle al respeto a mi madre de verdad, a Isabel".
Datos sobre la adopción
Isa Pantoja ha relatado lo poco que sabe sobre su adopción: "Mi madre fue al orfanato y, a pesar de que había muchos bebés allí, dijo: 'Esa'. Y me eligió a mí. Tuvieron que pasar un mes y medio conmigo en un hotel en el país. Se quedó conmigo Dulce, junto a María Navarro porque mi madre se tuvo que volver a Madrid". También ha contado una pequeña y triste anécdota: "Yo tenía tres meses, decían que no sonreía y que me hacían el juego del escondite para que me riese. Cuando fui a Madrid, al parecer, recuperé la felicidad y empecé a reír", revela Isa Pantoja.
Cuenta que Dulce le ha dicho que "Isabel estaba como loca de contenta" cuando se pudo reunir con su hija: "Me refugio en esto cuando me dicen cosas negativas de mi madre. El hecho de llevarme mal o de no tener relación con ella, hace que necesite tener historias bonitas a las que agarrarme. Me encantaría contarle todo esto a mi hijo". Por último, hacía un alegato a favor de las personas adoptadas y ese supuesto agradecimiento que deben tener por haber sido adoptadas:
"Las personas adoptadas siempre tenemos en mente que venimos de otra vida, pero no creo que debamos estar siempre con la cantinela de estar agradecidos por haber sido adoptados. He de decir que tampoco se me ha hecho sentir nunca que debía estar expresando ese agradecimiento. Cuando estaba embarazada de Alberto, tuve la opción de no tenerlo, y elegí tenerlo con toda la ilusión del mundo, pero él no me tiene que dar las gracias. Con el tema de la adopción pienso igual. Somos hijos de primera tanto unos como otros", concluía.