Galería: Festival de Cannes 2017
Nunca posó luciendo barriguita en todo su esplendor. Quiso llevar la evolución de su embarazo lejos de las alfombras rojas y evitar que se fotografiase cómo iba creciendo su tripita. Ahora, dos meses después de haber sido madre, Irina Shayk ha vuelto a pisar una alfombra roja y ha dejado a todos con la boca abierta.
La modelo ha esperado hasta el Festival de Cine de Cannes 2017 -cita que nunca se pierde- para reaparecer tras haberse estrenado como madre junto a Bradley Cooper. La pareja dio la bienvenida a su pequeña Lea de Seine a principios del pasado mes de abril y, desde entonces, estaban prácticamente desaparecidos.
Las pocas ocasiones en las que se les ha podido ver ha sido haciendo algunos recados en el caso de la modelo y cumpliendo con su trabajo en el caso del actor, que lleva varios días rodando junto a Lady Gaga 'Ha nacido una estrella'.El amarillo da buena suerte a Irina Shayk
Ahora Irina Shayk se ha separado de su pequeña por unas horas para volver a los actos públicos. Una vuelta a la red carpet que ha dejado a todos los presentes en Cannes sin palabras puesto que la rusa ha lucido un impresionante vestido amarillo firmado por Donatella Versace.
Un modelo drapeado con un increíble escotazo y raja en la parte derecha repleto de brillantes con el que la top ha desfilado sobre la alfombra roja dejando claro lo rapidísimo que se ha recuperado de su primer embarazo. Muy contenta de su vuelta a la vida pública, ha agradecido a la diseñadora el impresionante modelo con el que ha regresado a la red carpet.