El incidente del pasado 5 de enero en la Cabalgata de Reyes sigue trayendo consecuencias. Hasta el Rey Melchor ha entrado en la polémica.
Mal empieza el año para Kiko Rivera. Tras cerrar un positivo 2016, algo que no es baladí para una familia que lleva unos años complicados, parecía que la felicidad iba a continuar al llegar a 2017. Pero nada más lejos de la realidad. Los problemas comenzaron en la cabalgata de Reyes del pasado 5 de enero, cuando un caramelo lanzado desde la carroza del Rey Melchor a su paso por Castilleja de la Cuesta impactó fortuitamente en la cabeza de Ana Rivera, la hija pequeña del dj.
Ciego de ira, Kiko Rivera se lió a caramelazo limpio contra la comitiva real, lo que provocó que varios niños se pusieran a llorar y que lo que era una bonita celebración terminara siendo un momento muy desagradable para todos los presentes. El hijo de Isabel Pantoja se excusó diciendo que era todo una broma, y que lanzó caramelos porque iba un amigo suyo en la carroza, algo que ha sido desmentido.Lejos de calmarse los ánimos, la tensión no ha hecho más que crecer. El Rey Melchor y uno de sus pajes han dado su versión, donde Kiko Rivera queda mal parado. El paje asegura tajantemente: "Nos tiró caramelos, No quiero saber nada de ellos, ni salir en los medios, ni darle publicidad. Entra en Facebook y verás lo que dice la gente".
Duelo de declaraciones
Por su parte, el Rey Mago ha dado su versión a través de Facebook: "Señor Kiko Rivera, los Reyes tiran caramelos y si le dimos a su hija, lo siento, sinceramente no lo hicimos queriendo, pero piense usted que si uno de esos caramelos que usted lanzó de forma malintencionada contra nosotros le da a uno de los niños de la carroza, le hubiese hecho mucho daño, y ya es hora de que se comporte usted como una persona adulta..."
Irene Rosales ha terminado perdiendo los nervios y ha respondido vía Facebook, aunque ha terminado arrepintiéndose y ha borrado un mensaje que decía lo siguiente: "Me parece tan indignante todo lo que está saliendo por el dichoso Día de Reyes... Aquí Su Majestad el Rey Melchor se queja por algo que ha sucedido con mi marido y se queja por el revuelo televisivo. Perdona usted, señor Melchor, pero si no quieres revuelo no salgas en medios de comunicación y no hagas una defensa barata para poner a todo el pueblo en contra de mi marido diciendo que da pena que Castilleja salga en televisión por estas cosas, cuando se podría evitar si gente como tú no saliera en estos sitios para hablar ni defender nada. Manténgase al margen. Desde aquí pido disculpas a Castilleja porque solo hablan tonterías de nuestro pueblo". La polémica está servida.