Galería: Bautizo de Carlota Rivera Rosales
Irene Rosales ha atravesado momentos muy complicados pero la influencer es muy dura de pelar y, aunque haya tenido que librar varias batallas personales desde la muerte de su madre Mayte Vázquez, ahora parece que la mujer de Kiko Rivera por fin tiene un motivo que le ha devuelto las ganas de sonreír.
Kiko Rivera e Irene Rosales en la capilla ardiente de su madre, Mayte VázquezLa nuera de Isabel Pantoja ha tenido especial devoción en el cuidado de su familia y es por eso que a principios de julio la de Castilleja de la Cuesta tuvo que abandonar su silla como colaboradora de 'Viva la vida', debido a las presiones a las que ha estado sometida desde que su marido comenzara una guerra mediática con la cantante, a la vez que se sumaba su preocupación por el complicado estado de salud de su padre.
La sevillana lleva meses desaparecida del foco mediáticos y, centrada en el cuidado de sus hijas Carlota y Ana, ha compartido con sus seguidores una instantánea que revela una noticia que lleva guardando mucho tiempo. Una tierna imagen en la que aparece su hermana Vanesa en bikini y ella besándole la tripa.
Irene Rosales besando la tripa a su hermana Vanesa, que está embarazada | Foto: InstagramAsí es como la andaluza ha anunciado que pronto va a convertirse en tía de su nueva sobrina Teresa. "Teresa, tenemos muchas ganas de tenerte, cuando quieras sal a esta maravillosa aventura llamada vida", ha escrito junto a la fotografía mostrando lo ansiosa que se siente por tenerla ya entre sus brazos, porque se ha podido saber que su hermana ya está embarazada de cuarenta semanas.
Otra razón por la que sonreír
Al parecer no es lo único que le ha devuelto la ilusión a la excolaboradora de Telecinco. Después de la tormenta llega la calma y fue la pasada semana cuando por fin se reencontraba en Huelva con su prima política y una de sus mejores amigas, Anabel Pantoja. Así es como las aguas se fueron calmando y pusieron fin al distanciamiento de Kiko Rivera y su prima, un frente cerrado que ha hecho saltar de felicidad a Irene Rosales.
