Irene Rosales se ha convertido en una de las famosas más queridas del momento por su naturalidad y su forma tan sencilla de llevar su vida a pesar de ser la mujer de Kiko Rivera y estar inmersa en la familia Pantoja. Sin duda, la colaboradora de 'Viva la vida' ha sabido enfocar a la perfección el hecho de hacerse famosa y, aunque no habla demasiado sobre su vida, sí que ha concedido una entrevista en la que se ha abierto en canal.
La mujer del DJ ha hablado con Semana y ha contado cómo vivió todo el tema del confinamiento en un año que no ha sido nada fácil para ella, puesto que ha perdido a su madre por un cáncer a una edad muy temprana y de forma repentina: "El confinamiento en general lo he vivido bien. Al principio tuve un poco de agobio y de incertidumbre, porque no sabía qué iba a pasar, pero me acostumbré a una rutina y me adapté bastante bien".
"Un par de veces me dio ansiedad y creía que no íbamos a salir de esto. La noticias me agobiaban mucho, pero cambié enseguida el chip", cuenta Irene Rosales. Sin duda, lo que más miedo le daba era que le pasara algo a su padre, enfermo desde hace muchos años: " Mi principal temor era mi padre, sin duda. El que lo pudiera coger y tuviera que irse a un hospital, sin poder verlo y sin poder estar a su lado, me daba pánico. Ese era mi gran temor, que le tocase a un familiar y no poder estar con él y visitarlo".
Una enorme pérdida
A pesar de la dura pérdida de su madre, asegura que su padre se encuentra bien: "Mi padre se encuentra genial. Él es un luchador y tiene una fuerza increíble. Así que ahí está, dándolo siempre todo". Sin embargo, la muerte de su madre le ha provocado un gran dolor: " Últimamente soy muy llorona. No era algo habitual en mí, pero ahora echando tantísimo de menos a mi madre, pues no puedo evitar el emocionarme y el llorar a todas horas. No es un llanto amargo, es sobre todo un llanto de amor, por el hecho de echar tanto de menos a una persona".
"Ella está presente todos los días en mi vida. No hay una sola noche en la que me acueste y no piense en ella o no le hable. A mí me gusta hablarle todas las noches aunque me responda a mí misma. La recuerdo cada día. Todo lo que sé y todo lo que soy es gracias a ella. Ella me ha enseñado, guiado, cuidado y todo", explicaba Irene Rosales. Además, el fallecimiento le ha hecho querer cambiar los planes de una futura boda con Kiko Rivera: "De hecho, te puedo decir que desde el fallecimiento de mi madre, no le veo mucho sentido. Me quiero quedar con la boda en la que mi madre estuvo presente, la vivió, disfrutó y fue feliz. Sería bonito vivir ese momento con Kiko, pero al faltarme alguien tan importante ¿ya para qué?".