La muerte de Beatrice von Hardenberg ha sido un duro golpe para su familia. Fallecida a los 72 años a consecuencia de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que sufría, a la tragedia de su deceso se unió que tan solo un mes antes había perdido la vida su hija mediana, Cristina de Borbón.
Los de Borbón von Hardenberg tuvieron que posponer primero la misa funeral en memoria de Cristina de Borbón debido a la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. Después han tenido que afrontar una despedida íntima de Beatrice von Hardenberg debido a que por el estado de alarma decretado en España, los funerales deben ser realizados en la más estricta intimidad.
Así, se celebró una misa en la capilla del hospital Quirón de Marbella un día después de su muerte. A ella asistieron su hija Olivia de Borbón, su abogada y tres amigos más que arroparon a la aristócrata en un momento de tanto dolor. El resto de la familia no ha podido asistir por precaución. En el caso de su exmarido, el Duque de Sevilla, se ha quedado en casa por ser grupo de riesgo.
Sin embargo, no quiere decir que la aristócrata no vaya a tener una despedida a lo grande cuando se pueda. Según Vanitatis, la familia prepara un funeral para el mes de agosto de 2020, cuando la emergencia sanitaria haya pasado. La cita será en Marbella y se recordará también a Cristina de Borbón. El funeral se espera multitudinario entre familiares y amigos que querrán dar el último adiós que ambas merecían.
La condesa marbellí
La aristócrata Beatrice Von Handerberg vino al mundo el 28 de junio de 1947 en Alemania. Se crió en el Castillo de Donaueschingen, en la Selva Negra, junto a sus padres, el Conde Günther von Hardenberg y la Princesa Maria Josepha zu Fürstenberg, y sus dos hermanos. Descubrió Marbella en su juventud y se enamoró de su luz tanto como lo hizo del Duque de Sevilla, su marido hasta 1989 y padre de sus tres hijos.