Pero Monika no es solo una cara bonita y un cuerpo de impresión, sino que además tiene mucho que ofrecer. Nació en Wilkowice, un pueblo del sur de Polonia emplazado cerca de la frontera con República Checa y Eslovaquia. Su nacimiento fue muy especial, ya que nació en la mesa del salón de su casa, y fue su abuela la que le trajo al mundo.
Aunque es polaca y ama su país, se siente muy española; Kinga dice sentirse como en casa en Madrid, además de considerar que sus costumbres y su carácter son españoles. Esta vinculación tan fuerte viene porque sus padres le trajeron a nuestro país cuando tenía seis meses, y aquí se quedaron.
Apoya a los refugiados
En ese sentido, también siente España como un país cálido y tolerante, humanitario y solidario. Por contra, sitúa Polonia como un estado poco tolerante con el diferente y que está ofreciendo una imagen vergonzosa con su posición con los refugiados sirios. Así, la modelo asegura que parece que los polacos han olvidado que ellos también lo pasaron mal en el pasado y tuvieron que emigrar: "Llamar a estas personas basura humana lógicamente me parece vergonzoso", asegura en referencia a los calificativos que utilizó un diputado polaco.
Monica Kinga no solo tiene cuerpazo y amplitud de miras, sino que ha estado Dietética y Nutrición y diseña ropa interior y bikinis. La modelo parece ser una mujer creativa que dice que no paran de llegarle ideas a la cabeza. Sin duda, una chica 10.