Íñigo Onieva está dispuesto a cualquier cosa porque Tamara Falcó confíe en él. Ahora que la Marquesa le ha dado una segunda oportunidad después de su sonada ruptura, el empresario está dispuesto a quitar de en medio todo aquello que pueda ser un peligro para su relación. Por ello, Onieva ha optado por apartarse de sus obligaciones profesionales relacionadas con el mundo de la noche, un derrotero profesional que la chef nunca vio con buenos ojos y que es sin duda el lugar más propio para que este haga de las suyas.
Tal y como ha podido saber Saúl Ortiz y así lo ha contado en el programa fiesta, el propio Íñigo Onieva le ha confesado que ha optado por cambiar sus obligaciones en su famoso local nocturno en el centro de Madrid para evitar así la noche. Ahora, el novio redimido de Tamara Falcó se dedicará a las funciones administrativas lo que le permitirá llevar una vida más tranquila como le gustó siempre a la Marquesa.
Adiós al mundo de la noche
Tal y como ellos mismos contaban en la primera temporada del reality de Netflix, 'La Marquesa', la pareja había llegado al acuerdo de apoyarse en sus respectivas pasiones siendo uno de los secretos de su relación. Ella acudía de vez en cuanto a su local y él haría lo propio con ir a misa. Pero ahora, en esta segunda oportunidad, la balanza se ha equilibrado totalmente para el lado de Tamara Falcó y la religión para ser el único camino.
Ya lo fue así para Onieva tras la ruptura con Tamara Falcó. El empresario se refugió en la religión en lo que parecía un intento de demostrarle a la Marquesa que estaba dispuesto a cambiar. Tanto, que hasta se dejaba ver públicamente haciendo el Camino de Santiago después de semanas en paradero desconocido.
Y parece que le funcionó. Tal es así, que los rumores de una reconciliación comenzaron después de que ambos se dejaron ver juntos en la Misa del Gallo en Nochebuena en la Parroquia Bautismo del Señor de Puerta del Hierro, cerca de la casa de Isabel Preysler, Villa Meona, en donde Tamara Falcó ha estado viviendo tras la sonada suptura refugiándose en su madre.