El prometido de la Marquesa ha contado cómo se encuentra después del increíble disgusto que se ha llevado.
Tamara Falcó se ha quedado sin vestido de novia, y lo peor no es el contratiempo que eso supone a menos de dos meses de su boda, sino también la manera de enterarse de esta noticia. Fue a través de un comunicado de la firma de moda que le iba a diseñar el vestido por lo que ella y todo el mundo supieron que su acuerdo se había acabado, un varapalo importante para la socialité.
Tras su primera reacción, desmintiendo las palabras de la diseñadoras que apuntaban a que les habría pedido que copiaran otro diseño de la competencia, ahora su prometido, Íñigo Onieva, se ha pronunciado al respecto. El empresario ha hablado para los micrófonos de 'Sálvame', diciendo: "Se ha llevado un disgusto porque se ha enterado a través de vosotros, a través de la prensa", ha empezado diciendo. "Es una pena", seguía diciendo mientras se subía a su moto y se ponía su casco. Además, ha contado: "Apostaba por su primera idea, llevar un vestido de marca España". Lo que está claro que esto no ha sido plato de buen gusto para ella, y está triste. "Como dice ella, esta mirando opciones, la divina providencia", ha añadido Onieva, es decir, que lo que Dios disponga será lo que pasará. Por ultimo, su intervención la ha terminado diciendo: "Todo pasa por algo". Y atendiendo a esta frases, muchas personas han creído que sí, que todo pasa por algo y que quizás sea la divina providencia, como ella dice, la que le está señalando el camino en cuanto a si debe casarse o no.
Después ella ha hablado para el programa de su amiga Cristina Pardo en La Sexta, así que ha entrado por teléfono contando no solo cómo se siente, sino su versión de lo sucedido. "Casarme con un vestido que no me gusta...hasta ahí podíamos llegar", ha dicho la Marquesa de Griñón, y ha negado que quería plagiar otro vestido: "Es totalmente falso y desafortunadamente se han tenido que meter los abogados". "Solo aguanta en el tiempo la verdad"
"Llegué con una inspiración de algo que me gustaba hacía mucho tiempo", ha contado. Mientras desde la firma no quisieron cumplir con sus deseos para no plagiar a la competencia, haciendo alusión a que no sobrepasarían ciertos límites. "En la segunda prueba todo ha cambiado, empezamos a tener problemas... habían cambiado el vestido sin decirme nada", ha explicado. Está dolida, si bien es cierto, ahora quiere ponerse manos a la obra para buscar una solución: "Esto me ha hecho mucho daño, pero hay soluciones y es para bien. Solo aguanta en el tiempo la verdad", terminaba diciendo.