Los Duques de Palma estaban a la espera de obtener el pertinente permiso judicial para cerrar la venta del polémico palacete de Pedralbes. La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín precisaban de este consentimiento para vender el inmueble debido al embargo judicial que pesa sobre todas las propiedades del yerno del Rey Juan Carlos. Tras las dudas que pesaban sobre si esta operación podría sucederse, el juez Castro ha permitido al matrimonio cerrar el trato.
A su vez, en el documento al que ha tenido acceso Vanitatis y que se ha presentado ante el juez, se establece que el comprador final del inmueble no tiene por qué coincidir con el susodicho que ha cerrado el contrato. "Ambas partes contratantes acuerdan y consideran que la casa-torre podrá ser finalmente adquirida por una persona física o jurídica distinta de la de aquí contratante", establece.
Un chalé de lujo
La casa de Pedralbes cuenta con una superficie de 2.200 metros cuadrados, de los cuales están construidos 1000. La residencia tiene tres pisos, ascensor, 7 habitaciones, 10 baños, un salón de 120 metros cuadrados y piscina. Aunque se encuentra en mal estado debido a la falta de cuidados, en su día sus propietarios pagaron 5,8 millones de euros para adquirirla y se gastaron otros 3 en reformas y acondicionamientos.