La hija mayor de Isabel Preysler había mantenido un perfil bajo con respecto a los medios de comunciación en los últimos años.
Han tenido que pasar ocho años para que Chábeli Iglesias se deje ver de nuevo en un evento. En esta ocasión la razón ha sido solidaria, así que ha acudido a una gala benéfica organizada por Mensajeros de la Paz en Miami, lugar en el que reside, para mostrar su apoyo y, de paso, posar delante de las cámaras. Esta ha sido su manera de regresar a la vida pública después de un lapso de tiempo bastante largo.
Además, ha sido ahí donde ha posado con el padre Ángel García Rodríguez, el fundador de Mensajeros de la Paz y personaje público, quien tiene buena relación con muchas celebridades. Su labor ha sido más que reconocida, por eso en 1994 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. La última vez que posó ante los fotógrafos fue en el año 2015, en concreto cuando inauguró una colección para Navidad de Swarovski. Ahora se ha mostrado muy amable y ha demostrado muy buena sintonía con el padre Ángel. Cabe destacar que tanto ella como el resto de su familia ha crecido con los valores cristianos, y para ella tiene mucha importancia la labor humanitaria.
Esta aparición se ha producido en Miami y no en España, ya que lleva más de dos décadas instalada en Estados Unidos con su marido, Christian Altaba, y sus dos hijos, Alejandro y Sofía. Su familia es el centro de su vida y consiguió escapar de una fama con la que no se sentía cómoda en su país. Ahora lleva una vida mucho más tranquila y discreta, y pese a la distancia, tiene muy buena relación con su familia. Lo que es una incógnita es si estará presente en la gran boda de su hermana Tamara Falcó el 8 de julio de 2023, ya que se ha podido saber que su hermano Enrique no irá. Mientras, su hermana está en el punto de mira
Y a modo de casualidad, su primer acto público en ocho años ha coincidido con un nuevo escándalo de su hermano, justo en la misma semana en la que se ha enterado que no tiene vestido de novia al cancelar su contrato con la firma Sophie et voilà, con la cual estaba trabajando. De momento ya está manos a la obra para conseguir su deseado vestido, cumpliendo con sus gustos y expectativas.