La tarde del 1 de diciembre de 2020 Rafael Amargo era detenido en el marco de una operación contra el tráfico de drogas de diseño. El bailador pasó la noche en el calabozo y, tras su salida, defendió su inocencia, algo que sigue haciendo hasta día de hoy, cuando el Juez de Instrucción ha dado por finalizada la instrucción del caso.
Según informa El País, en el auto dictado por el Juez del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, se ha determinado que existen indicios suficientes para acusar al artista y a los otros tres investigados -entre ellos la pareja de Amargo- como supuestos autores de un delito contra la salud pública, en la modalidad de tráfico de drogas, y otro de pertenencia a grupo criminal.
Asimismo, el Juez considera que la vivienda de Rafael Amargo y su pareja era el centro de operaciones para la venta de estupefacientes, que en otras ocasiones también eran vendidos 'a domicilio' o incluso usando el servicio de transporte de Uber. Un auto al que ha tenido acceso el citado medio en el que también se especifica que cada uno de los investigados tenía una función muy diferenciada dentro de esa pregunta organización delictiva.
Rafael Amargo defendió su inocencia: "En mi casa no había nada"
Tras la emisión del auto poniendo fin a las diligencias previas y decretando la apertura del procedimiento abreviado, los abogados y la Fiscalía disponen de 10 días para formular escrito de acusación o, por el contrario, pedir el archivo de la causa. Por tanto los próximos días serán decisivos para Rafael Amargo, que tras pasar dos días en el calabozo ofreció una rueda de prensa negando todas las acusaciones que se le habían realizado.
"Lo que hacen es dañar al artista pero me va a servir para escribir. En mi casa no había nada, había mucha alegría, es un lugar donde han pasado muchos artistas", aseguró entonces -aunque ahora el auto del Juez detalla todo lo que allí se incautó-, deseando olvidar todo aquello y centrarse en el estreno de su nueva obra 'Yerma', que todavía continúa en cartel.