La Infanta Cristina viajó a Barcelona el pasado fin de semana en uno de sus tradicionales traslados que la hermana del Rey realiza a España desde que se exilió a Suiza, y más ahora que tiene temas delicados que tratar debido a la imputación en el Caso Nóos que le llevará a sentarse en el banquillo de los acusados en Palma de Mallorca.
Como señala La Vanguardia, una vez allí fue sorprendida con una fiesta que le había organizado su marido en complicidad con los dueños de la casa. También se encontraban sus cuatro hijos, que viajaron en secreto a Barcelona para agasajar a su madre con un ágape con motivo de su 50 cumpleaños. El catering fue servido por los hijos y sobrinos de los invitados, algo que no se hizo para ahorrar, sino para evitar filtraciones, ya que así se quitaban de encima el tener como testigos a personas ajenas a la fiesta.
Las dos fiestas de la Infanta Cristina
Uno de los detalles más destacados fue que Iñaki Urdangarín había pedido 75 euros a cada uno de los 40 invitados para comprarle un regalo a Cristina de Borbón. Una vez reunida la cantidad, el exjugador de balonmano adquirió para su esposa un bolso y una pamela.
De esta forma, la exduquesa de Palma de Mallorca ha contado con dos fiestas para celebrar que ha llegado al medio siglo de vida, ya que el mismo día que cumplió los 50 lo celebró junto a varios de sus familiares y amigos en Ginebra para festejarlo por todo lo alto.