La finca sufrió una reforma integral en 2011, cuatro años antes de caer en manos de Corinna Larsen, por el entonces dueño, que introdujo en la casa adelantos en lo relativo a la fontanería, así como calefacción central y un sistema que llevase agua caliente a todas las habitaciones. El decorador James Curtis fue el encargado de renovar el interior del palacete, conservando los colores originales y algunos de los murales y papeles pintados de estilo regencia, el cual impera en todas las estancias. Los fabulosos jardines, a su vez, fueron obra del jardinero Russell Page, a quien se le deben grandes obras como el aspecto actual del Regent's Park de Londres, y quien fue contratado en 1951 por el entonces dueño de la finca para diseñar el estilo de los jardines que aún se conservan hoy en día.
El valor de la finca ha ido incrementado gracias a las reformas y renovaciones que ha ido sufriendo a manos de sus distintos dueños, y es que el precio de venta antes de que Corinna Larsen la comprara rondaba los 7,2 millones de libras, aunque ella consiguió una rebaja al adquirirla por 6,6 millones. Lo característico, además, de esta propiedad no es solo la procedencia del dinero con el que Corinna Larsen la compró, pues esos 6,6 millones procedían de la "donación" hecha por el Rey Emérito como compensación por todo lo que había sufrido durante su relación y en los momentos posteriores, según ella misma ha asegurado en su podcast, 'Corinna y el Rey', y que ascendía a 65 millones de euros. Sino que también ha sido escenario de las supuestas "intromisiones" que la empresaria ha denunciado y en las que señalaba directamente al Rey Juan Carlos y a la corona española.
La finca fue puesta en venta en 2011 por el anterior propietario, Simon Kenyon-Slaney, pero no fue hasta el 2015 cuando fue comprada por la propia Corinna Larsen. Lo hizo bajo el nombre de Jade Trust, una fundación panameña cuyo único beneficiario es su hijo, Alexander zu Zayn-Wittgenstein. Su hija, Anastasia Adkins, no recibió nada de esta propiedad.
Una finca con mucha historia
La finca no solo se conoce por ser una de las propiedades de la examante del Rey Juan Carlos, sino que sus paredes guardan un largo pasado. La actual vivienda fue encargada en 1792 para sustituir a la antigua casa familiar ubicada en los mismos terrenos y perteneciente a los Taylor-Farmer, herederos, a su vez, de los Chekes, una familia de mayor rango que terminó por abandonar la propiedad. La casa fue escenario del adulterio de Selina Cage a Henry Cavendish Taylor, un conocido jugador de criquet, quien encontró a su mujer junto a un capitán militar, conocido como Moseley, en uno de los salones de la propiedad.