Últimamente los casos de corrupción llenan las páginas de los periódicos, las horas de los telediarios y no es raro ver a distintos políticos dimitir de sus cargos porque son imputados, detenidos o acusados. Sin embargo, nuestras celebrities tampoco se libran y, ya sea ahora o en el pasado, múltiples famosos de ámbitos como la televisión, la música, el deporte o incluso de la realeza se han visto salpicados por escándalos casi siempre relacionados con delitos fiscales, contra la Hacienda Pública...
Del mundo de la interpretación
Los ya famosos Papeles de Panamá han destapado toda una lista de nombres que ha afectado a muchísimas instituciones nacionales e internacionales. Sin embargo, los empresarios y los políticos no son los únicos que cuentan con sociedades offshore o tiene cuentas bancarias en paraísos fiscales, sino que en dichos papeles también aparecen actores.
Así, mientras que Arias se habría ahorrado 1.647.625 euros en concepto de IRPF, la deuda de Duato, quien asegura haber sido traicionada, con el Fisco ascendería 794.388 euros, por lo que la Fiscalía Anticorrupción le pidió al juez que imputase a los intérpretes el pasado mes de mayo. El tiempo dirá cuáles acaban siendo las consecuencias legales para los actores, así como para sus personajes de la ficción Antonio y Merche.
Del mundo del deporte
El caso más sonado en los últimos días ha sido el de Leo Messi, que el pasado 2 de junio tuvo que asistir al juicio por fraude fiscal, acusado de haber ocultado a Hacienda los ingresos por la explotación de sus derechos de imagen de 2007 y 2009, que ascienden a un total de 4,1 millones de euros.
"Me dedicaba a jugar al fútbol, confiaba en mi papá, confiábamos en los abogados que él había decidido que nos llevara las cosas y no tenía ni idea de nada", dijo el futbolista del Barça, relegando la responsabilidad de sus cuentas y sus contratos sobre su padre.
"Lo firmaba porque era mi papá, confiaba en él, en ningún momento se me pasó por la cabeza que me iba a engañar o querer estafar", añadió el argentino para quien la Abogacía del Estado pide 22 meses y 15 días de cárcel para él y para su padre, mientras la Fiscalía sólo pide un año y medio para el padre, a quien responsabiliza de la creación del entramado de empresas en paraísos fiscales a través del cual omitieron dichos ingresos del jugador y el correspondiente pago de impuestos en nuestro país.
Pero el delantero no es el único futbolista que se ha visto envuelto en un caso similar. Su compañero de equipo Neymar también tiene pendiente una cita con la Justicia después de que el fiscal haya decidido sentar en el banquillo tanto al brasileño como a sus padres, la empresa de éstos, el club de procedencia del futbolista y el actual, así como sus expresidentes como consecuencia de los contratos firmados en 2011 con el club catalán.
Y es que, según dijo el F.C. Barcelona entonces, el fichaje de Neymar fue de 57.100.000 euros, mientras que la Fiscalía mantiene que el gasto real fue de 83.371.000 euros, además de los 13 millones de euros que no se pagaron a Hacienda gracias al entramado fraudulento que rodeó la adquisición del futbolista.
Fuera del fútbol, muy sonado y mediático fue también el caso de la extenista Arancha Sánchez Vicario, quien fue acusada de fraude tras fijar su residencia en Andorra durante más de una década con ese objetivo. Tras ser juzgada en 2003, la catalana fue condenada en firme ante el Tribunal Supremos a pagar 3,4 millones de euros. Después de aquello su calvario en los tribunales, con familia de por medio, parece no tener fin.
Del mundo de la realeza
De sobra es conocido el caso de corrupción que ha sentado por primera vez en la historia a una Infanta de España en el banquillo de los acusados. Tanto Cristina de Borbón como su marido Iñaki Urdangarín tuvieron que declarar ante el juez el pasado mes de febrero en las distintas sesiones del juicio por el caso Nóos, imputados por blanqueo de capitales y otros delitos fiscales.
Del mundo de la música
Ha pasado más de una década desde que estallara todo el escándalo, pero el caso Malaya es, sin duda, el primero que viene a la mente. Con un alcalde corrupto, la amante tonadillera y la exmujer despechada reconociendo la existencia de bolsas de basura llenas de dinero, el triángulo formado por Isabel Pantoja, Julián Muñoz y Maite Zaldívar daría para escribir el guion de una telenovela. Sin embargo, los tres, junto al resto de acusados, acabaron en la cárcel, donde ya han cumplido condena por sus delitos fiscales, pasando a tener la libertad condicional.
Otra cantante que tuvo un gran problema con la Agencia Tributaria fue Lola Flores, quien no presentó la declaración de la renta entre los años 1982 y 1985. Inolvidable es la mítica frase "si una peseta diera cada español..." que 'La Faraona' pronunció durante su petición de clemencia ante su presunto descuido. Tal y como declaró en el juicio, celebrado en 1989, ni la bailaora ni su marido habían tenido ingresos en aquella época y no recordaba si había hecho la declaración, pero que siempre había pagado a Hacienda. Sin embargo, la madre de Lolita y Rosario fue condenada a pagar una multa por valor de 170.000 euros, que entonces fueron 28 millones de pesetas de la época.
Pero no sólo de copleras va la cosa, ya que Ana Torroja también fue acusada de cometer delitos de fraude fiscal en años los 2003, 2006 y 2007, por los que fue condenada a pagar las cantidades a deber y las correspondientes multas, así como a cinco meses de prisión por delito que no cumplió al no carecer de antecedentes, además de por los atenuantes de confesión y de reparación del daño.
"Confieso tres delitos consumados contra la Hacienda Pública y me comprometo a pagar la cantidad de 1.392.991 euros con sus recargos y a presentar una garantía inmobiliaria o de cualquier otro tipo que afiance el pago de esos importes en breve plazo", decía el documento que la exvocalista de Mecano firmó hace dos años, tras llegar a un pacto con el fiscal y la abogacía del Estado para evitar un juicio que no iba a ganar.
A pesar de ello, la cantante tuvo que sentarse en el Juzgado de Palma de Mallorca por haber utilizado una estructura de sociedades en Panamá, Holanda, las Antillas Holandesas y España que le sirvieron, entre otras cosas, para simular que residía en Reino Unido, defraudando a Hacienda otros 118.733 euros más en 2004 que no constituyeron delito por apenas 1.200 euros.