Ha sido Scott Foster, una de las personas con la mayor colección privada de Marilyn Monroe, el que compartió las fotografÃas en su cuenta de Instagram @marilynmonrowcollection denunciado los hechos y advirtiendo que ha ocurrido lo que ya se habÃa advertido. "¿Mereció la pena?", se preguntaba junto a varias imágenes donde se aprecia que en la parte posterior del vestido el cierre se habrÃa dado un poco de si e incluso se habÃan perdido varios de los cristales que lo cubren.
Y eso no serÃa todo. Y es que otros mucho seguidores de la actriz fallecida han ido a ver de nuevo el vestido al museo Ripley's Believe It Or Not ahora que está expuesto de nuevo y han descubierto que uno de sus tirantes está también muy dañado, habiéndose partido por la casi en su totalidad. Incluso los bajos del propio vestido se han deshilachado tras su paso por la alfombra roja a pesar de que Kim llevó un tacones de un altura considerable para igualarse con la de la actriz.
Foster ha hecho hasta cuatro publicaciones, en varias de ellas haciendo alusión a que muchos se siguen resistiendo a creer que realmente esas imágenes sean reales o los daños hayan sido causados por Kim Kardashian, sino que se tratarÃa más de una buena ocasión para volver a cargar contra la empresaria. "Sin lugar a dudas, los daños son significativos". Algo que irÃa en contra del supuesto tratamiento que se hizo en todo momento del vestido, tal y como varÃas personas dijeron públicamente antes y después de la propia Met Gala.
Los supuestos cuidados que se tuvieron entonces
Asà lo recoge el propio Foster en una de las publicaciones. "Se tuvo mucho cuidado para preservar esta pieza de la historia de la cultura pop. Se tuvo en cuenta a conversadores, tasadores y archivistas de prendas para que el cuidado de la prenda fuese la máxima prioridad", reconoció el propio museo en una nota de prensa el pasado 2 de mayo. "El vestido estuvo todo el tiempo custodiado por un representante de Ripley. Nos aseguramos que en cualquier momento que sintiéramos que el vestido estaba en peligro de rasgarse o nos sintiéramos incómodo con cualquier cosa, siempre tendrÃamos la capacidad de poder decir que no se iba a seguir adelante", reconocieron desde el museo a Slate.com el pasado dÃa 5.