En estos días de confinamiento, la comunicación ha cambiado por completo. Ahora las entrevistas se hacen por videoconferencia y eso es lo que ha hecho Iker Casillas, hablando sobre su presente, su pasado y su futuro para los medios del Oporto, equipo de fútbol en el que ha militado en las últimas temporadas.
Desde su casa de la ciudad lusa, donde está pasando el confinamiento junto a su mujer Sara Carbonero y sus dos hijos, el portero ha recordado el infarto de miocardio que sufrió el 1 de mayo de 2019. Está a punto de cumplirse un año de aquel fatídico día en el que tuvo que ser intervenido de urgencia tras sufrir un infarto de miocardio.
Recordando cómo fueron aquellos días, el portero ha confesado el miedo que se sentía a dar absolutamente cualquier paso: " Estuve triste durante aproximadamente un mes, tenía miedo de caminar, dormir y hacer algún esfuerzo físico. Era imposible", ha explicado.
Casillas: "La medicación me hace sentir bien"
Casi un año después, Iker Casillas se encuentra muy recuperado, pero también cuenta que toma mucha medicación que le ayuda a sentirse así de bien, teniendo mucho cuidado con lo que hace o deja de hacer en cada momento, consultando siempre a su médico: " Tengo mucha medicación que me hacen sentir bien. Creo que solo los médicos pueden decir lo que puedo o no puedo hacer".
Un problema de salud que le hizo valorar muchísimo más la vida, su vida, y la de los suyos, algo que también se está poniendo en valor con este confinamiento por el coronavirus: "Han cambiado algunas cosas desde entonces, principalmente en mi cabeza. Empecé a valorar más los momentos ", dice al tiempo que asegura que, siempre, lo más importante es la salud, por delante de cualquier otra cosa.