Ahora el portero ha querido hacer balance de todo lo que ha vivido y ha dicho las siguientes palabras a la revista Semana: "He pasado mucho miedo". Sin embargo, y a pesar de que haya sido complicado tanto para él como para su familia, siempre se han mostrado muy optimistas y unidos que es lo más importante en momentos así.
Sus hijos, Lucas y Martín, se han convertido en el apoyo más importante para ellos y verles a ellos felices es lo que ha hecho que ambos continúen hacia adelante en los momentos más delicados de sus vidas. Y en medio de toda la crisis sanitaria que se está viviendo en España por el coronavirus, ellos continúa en Oporto, aunque en Portugal la situación no tiene que ver con la de España y todo está mucho más controlado y estable.
Al mal tiempo...
Una de sus últimas reflexiones decía así: "Intuyo que estamos pasando por todos los estados posibles estos días; desde el asombro a la esperanza y de la emoción al miedo, pero es que yo no quiero dejar de soñar, no quiero. Sé que debo priorizar necesidades y es exactamente lo que estamos haciendo, pero me ha costado una vida saber qué es lo importante como para mirar ahora hacia otro lado. Sé que el mundo se cae a pedazos pero es que yo no quiero reinventarme, volverme budista ni comprar aguacates ecológicos; no quiero hacer pan, memorizar asanas ni ser mejor que nadie ?quiero comer cecina, coleccionar museos, soñar con Menorca y llenar los mapas de chinchetas; levantar la copa, brindar por los sueños imposibles y seguir pensando (ya lo hacía antes) que la vida es la piel erizada, nada más".