Iker Casillas ha hecho un paro en el camino y se ha dejado ver por la capital de España. El futbolista ha acudido a una presentación de una conocida marca de champú y ha aprovechado la ocasión para hablar sobre su faceta no solo profesional sino también personal. Preguntado por los medios deportivos sobre su posible y cercana retirada, el portero ha confesado no estar entre sus planes a corto plazo abandonar el mundo del deporte.
"Mientras que siga disfrutando, voy a seguir. Evidentemente, tengo 34 a punto de 35 años y no soy eterno. Todavía no he conseguido el agua bendita de Indiana Jones ", ha afirmado. Con un contrato con el equipo de Portugal prolongado por dos años, Casillas advierte que por lo menos hasta 2018, seguirá en el país vecino dedicándose a lo mejor que se le da.
Tras la inesperada noticia sobre su boda secreta con Sara Carbonero, el futbolista ha dejado claro que la elección de celebrarla de esta manera ha estado provocada por el seguimiento que parecen tener por parte de los medios de comunicación, algo que no gusta a la pareja. "Lo hemos hecho así porque no nos gusta estar en boca de todo el mundo ni nos gusta que nos estén mirando con lupa. Siempre con fotos y siempre noticias nuestras", confiesa.
Sin lucir alianza, el futbolista afirma que su vida como hombre casado no ha cambiado mucho y tan solo trata de acostumbrarse de llamar a la presentadora en vez de novia, mujer. A punto de convertirse en padre por segunda vez, Casillas admite dársele bien este papel del que ejerce ya desde hace más de dos años.
Un padre feliz en Oporto
Afirma estar pendiente en todo momento de Martín, cambia pañales y hace biberones. La cuenta atrás ha comenzado y tan solo falta menos de un mes y medio para que Iker Casillas y Sara Carbonero den a luz al que será su segundo hijo. Ni Mauro, ni Marco, ni Hugo será el elegido y, aunque parecen haberse decantado ya por uno, la pareja lo guarda como agua de mayo.
A pesar de las continuas noticias sobre su posible abandono del país vecino así como de los desencuentros de la pareja con los lugareños, el futbolista asegura que no abandonará la ciudad y aprovecha para confesar la buena acogida que han tenido desde un primer momento. "Nosotros entendemos que somos personas públicas y estamos en el escaparate. Pero, desde el primer día que estuvimos en Portugal, la gente nos ha tratado estupendamente bien", sostiene Iker Casillas, que atraviesa el mejor momento de su vida.