Sara Carbonero e Iker Casillas, a pesar de sus compromisos profesionales, disfrutan al máximo el tiempo que tienen libre al lado de sus hijos. Su vida en Oporto es muy tranquila y por eso aprovechan el buen tiempo para hacer actividades al aire libre, no solo con sus niños, sino también con otras amistades.
Sobre todo al más pequeño de la familia, Lucas, parece que se le da de miedo chutar al balón. Aunque de momento son muy jóvenes para decidir su futuro profesional, parece que ya van despuntando y que al menos sus hobbies los tienen muy bien definidos.
Les encanta estar al aire libre
Más allá de esta afición, sus padres les están inculcando el amor por la naturaleza, por los animales y por el campo, y cada vez que regresan a España buscan también la manera de divertirse de diversas formas, pero siempre en contacto con el aire libre.