Fin de fiesta en el Santiago Bernabéu para celebrar la undécima Champions. Tras regresar de madrugada a Milán y ser esperados en Cibeles por miles de aficionados que no querían perderse el momento en el que Sergio Ramos pusiera la bandera y la bufanda a la Diosa, este domingo el centro de Madrid y el Santiago Bernabéu ha vuelto a teñirse de blanco.
Toda la plantilla al completo, con el Presidente Florentino Pérez y el entrenador Zinedine Zidane a la cabeza, han visitado la sede del Ayuntamiento de Madrid para ser recibidos por la Alcaldesa Manuela Carmena antes de acudir a la sede de la Comunidad, donde les esperaba Cristina Cifuentes.
Tras los actos insitucionales muy elegantes con su respectivos traje, la expedición blanca se ha dirigido al Santiago Bernabéu para celebrar la undécima Champions con casi los 80.000 aficionados que ocupaban las gradas. Para todos ellos han tenido unas palabras de agradecimiento antes de dar la vuelta al campo saludándoles.
Una vuelta al campo en la que una vez más, y como ya ocurriera el pasado sábado 28 de mayo en San Siro, los futbolistas han cedido el protagonismo a los más pequeños de la casa. Todos ellos han estado arropados por sus mujeres y sus hijos, que han hecho las delicias de unos y otros.
Entre ellos no podían faltar los del capitán Sergio Ramos. Si en Milán estuvieron junto a él su chica Pilar Rubio y su hijo mayor Sergio Jr, en la capital se ha unido a la celebración el pequeño Marco de seis meses. Los cuatro han vivido una noche de ensueño haciéndose la foto de familia junto a 'la orejona'.
Dolores Aveiro, toda una star en el Santiago Bernabéu
Una foto que también tiene Cristiano Ronaldo. El 7 del Real Madrid, que fue el encargado de meter el penalti definitivo, contó, como en la mayoría de los partidos disputados en el Bernabéu, con la presencia de su madre Dolores Aveiro -que fue aclamada por los aficionados e incluso firmó autógrafos- y de su hijo Cristiano Ronaldo Jr.
Isco Alarcón, Pepe, Marcelo, Keylor Navas o James Rodríguez también hicieron saltar al terreno de juegos a sus respectivos hijos para compartir con ellos una noche mágica que se quedará marcada en sus retinas aunque ahora es momento de pensar en sus respectivas selecciones y de luchar por alzarse con el triunfo en las competiciones continentales.