Michael Bublé y Luisana Lopilato están en Los Angeles y no se van a separar ni un instante de su hijo Noah, de tan solo 3 años, que acaba de comenzar el tratamiento para luchar contra un cáncer de hígado. Toda la familia está pendiente en todo momento del pequeño y su tía Daniela Lopilato está haciendo las veces de portavoz con la prensa.
En un primer momento habló para desmentir los rumores que apuntaban la posibilidad de que el hijo de la pareja padeciera leucemia y ahora lo ha hecho para confirmar que, efectivamente, ya ha comenzado el tratamiento y hablar de cómo descubrieron la enfermedad, al tiempo que ha aclarado que es cáncer de hígado.
"El cáncer es una enfermedad horrible, pero tenemos fe en que Noah va a salir adelante. Lo sabemos. Llegó la hora de empezar un tratamiento que será largo y muy duro, pero que hay que pasar. Dicen que los niños suelen ser fuertes para soportar la quimioterapia... y mi sobrino es un guerrero", ha declarado Daniela Lopilato a la Revista Gente.En la misma ha contado cómo a finales del pasado mes de octubre Noah se puso malo con fiebre y en un primer momento creyeron que se trataba de paperas. Al no mejorar, el médico determinó que podría ser una mononucleosis, por lo que fue sometido a nuevas pruebas para confirmar o descartar la dolencia.
Noah está tolerando muy bien la primera sesión de quimioterapia
Las nuevas pruebas determinaron que se trataba de anginas pero, una ecografía, detectó una pequeña mancha en el hígado que, en principio, no parecía nada grave: " Tiene una manchita en el hígado, pero no muestra distintas tonalidades. Por eso, es probable que sea benigno, pero hay que seguir con las pruebas".
Muy preocupados, Michael Bublé le planteó a Luisana Lopilato la posibilidad de dejarlo todo y hacer inmediatamante las maletas para pedir otra opinión en Estados Unidos. Allí llegó la peor de las noticias: Noah sufre cáncer de hígado y tiene que someterse a cuatro meses de quimioterapia más la posible extirpación del tumor más adelante.
No obstante, están confiados y muy optismistas puesto que este tipo de cáncer infantil tiene un 90% de posibilidades de curación. Además su tía asegura que, por el momento, "está tolerando muy bien" el tratamiento y que él está feliz "y eso es bueno. Tiene la inocencia de cualquier niño y no entiende demasiado lo que está pasando".