A menos de tres días para el partido más importante del fútbol americano, la final de la Super Bowl XLIX, Tom Brady, uno de los quarterbacks más importantes de la liga americana dice que está superando el resfriado y que estará a punto para el partido del día 1 en Phoenix, Arizona.
Además de quitar hierro al asunto sobre su asistencia al partido, el futbolista concedió una entrevista más distendida al programa 'Media Day', un programa previo especial al partido donde los jugadores explican cómo preparan y se sienten para el partido más importante del año.
Brady explicó el momento tan feliz que vive junto a su mujer, la modelo Gisele Bündchen, un tiempo en el que además de cosechar éxito tras éxito en el campo, su vida personal también va viento en popa. En la entrevista declaró que tiene un hijo que "ama los deportes", refiriéndose a su hijo mayor Jack, de siete años de edad y fruto de su primera relación con Bridget Moynahan.
Sin embargo mostró su sopresa con sólo un imprevisto, a su hijo mayor con Bündchen, Benjamin, no le gustan los deportes y su hija Vivian, todavía es muy pequeña, muy pronto todavía para intentar hacer carrera en la familia.
Tom Brady, el padrazo de los New England Patriots
Entre una ingeniosa ironía y risas, el futbolista explicó que "existe un grupo con bastante mezcla en la familia", pero eso sí, asegura que a sus hijos "les encanta la excitación del juego, es una experiencia única".
Según indicó Brady, Gisele Bündchen cuida estos días de todos los niños pero asegura que vendrá este fin de semana: "Mis niños están enfermos y mi mujer un poco. De ahí que desafortunadamente lo haya traído a Phoenix".