A las puertas del tanatorio, Paco Arévalo, hijo del fallecido ha atendido a todos los medios de comunicación y ha revelado la posible causa de su muerte: "Ha sido súper repentino, muy rápido, cuatro días que parecía que tenía gripe y ha ido empeorando... Yo creo que sí ha sido un infarto". El hijo ha explicado que su padre "respiraba mal" desde que tuvo coronavirus y ahora esta nueva crisis no la ha superado.
"Ayer entré varias veces, le llevé zumo de naranja, le llevé varias cosas y ya la última vez que entré no me contestó, ya nos había dejado", decía lleno de pesar. Además, ha querido que todo el mundo le recuerde por sus cosas buenas: "Es un hombre que siempre ha vivido para sacar una sonrisa a los demás. Ha dejado un vacío enorme a mí y a mi hermana y a toda la gente que lo queríamos".
Un último adiós
"Siempre con una sonrisa en la boca, haciendo feliz a la gente y debería ser recordado como un hombre bueno, que ha hecho reír a muchas generaciones", añadía. Tras esto, concluía diciendo: "Yo pensaba que tenía un gripe, de hecho él lo cogió, al día siguiente me lo pegó a mí, pero yo no he tenido esos síntomas tan grandes. No se ha ido de una forma dolorosa, con su hija, con su hijo y sus seres queridos. He estado con él hasta el último momento".