El 12 de agosto de 2014 el mundo se paralizaba con la noticia de la muerte de Robin Williams. El actor fue encontrado muerto en su casa de California; se había quitado la vida. Trece meses después su hija Zelda le ha rendido un nuevo homenaje.
"Este año me he dado cuenta de una cosa que me siento obligada a compartir para todos aquellos que lo puedan necesitar: evitar el miedo, la tristeza o la ira no es lo mismo que ser feliz, yo vivo mi tristeza todos los días, pero no me molesta", comenzaba diciendo.
Zelda Williams busca consuelo en la esperanza
"Los maravillosos momentos de alegría que encuentro no son para olvidar, sino para vivirlos y disfrutarlos por su valor intrínseco. No es fácil, pero aunque la felicidad parezca imposible de encontrar, por favor, aférrate a la posibilidad de esperanza", terminaba.
Un pequeño discurso de optimismo como pie de foto de una preciosa imagen en la que aparece la luna llena reflejándose sobre un lago. Han sido meses de mucho dolor pero parece que poco a poco la hija de Robin Williams va viendo la luz al final del túnel.