La hija de Julián Muñoz cuenta que su padre no se adapta a su nueva vida: "Se ducha con chanclas en casa"

El crítico estado de salud de Julián Muñoz ha hecho que el juez le permita cumplir el resto de condena de su casa desde el pasado mes de febrero, no obstante, en un principio había abandonado la prisión con la intención de que estuviera en el Centro de Inserción Social de Málaga.

Pero parece que no todo está de su parte a pesar de que ya esté en su casa, pues la adaptación y la vuelta a su vida normal no ha sido como hubiese imaginado. Elia Muñoz Zaldívar, hija de Muñoz, ha contado a Look la situación que está atravesando su padre, que actualmente vive con su otra hija, Eloísa.

Una de las cosas que ha contado Elia Muñoz ha sido la siguiente: "A mi padre le cuesta desvincularse de todo lo que ha pasado. Se preocupa mucho por el tema judicial, el penitenciario... Supongo que es normal que le cueste adaptarse a la sociedad", y añadió: "Salir a la calle y las citas con mucha gente es lo que más le cuesta, pero sale todos los días porque tiene que andar para recuperar el tono muscular como le ha recomendado su endocrino".

Otra de las cosas que ha contado una de sus hijas ha sido cómo ha vuelto a vivir en su ciudad: "Yo creo que siempre tiene miedo del rechazo de la gente. Date cuenta que él sigue viviendo en Marbella, que es donde ha ocurrido todo, y hay gente que te quiere mucho y gente que no. Lo que pasa es que nosotras vivimos en una zona muy tranquila y la gente que nos rodea le ha recibido bien, no ha tenido problemas con nadie".

Al parecer, cuenta con todo el apoyo de su familia y amigos : "Por esa parte si que se ha adaptado bien porque era lo que quería, disfrutar de su gente". Pero parece que mantiene algunas costumbres que ganó en la prisión: " "En la cárcel, por ejemplo, tienen un horario muy estricto, muy marcado, y aquí le cuesta. Igual son las ocho de la tarde y dice que se va a dormir, porque es a la hora a la que le metían en la celda. Nosotros le decimos 'papá, pareces un abuelo con estas horas'. De hecho, alguna vez me lo he encontrado en la ducha con las chanclas puestas porque en la cárcel se duchaban con chanclas".

Su adaptación está siendo complicada, y también ha sufrido mucho estrés, preocupando su estado psicológico a sus dos hijas. En cuanto a su enfermedad, esto es lo que se sabe: "Tiene una enfermedad vascular, cardiaca, diabetes... Pero lo más importante es la vascular, que fue por lo que le dieron principalmente el tercer grado, porque el estrés carcelario no le hacía nada bien. Es algo que no tiene cura, pero puede paliar todos los daños que supone. Además,  es una enfermedad que puede matar, porque es una obstrucción venosa, aunque de momento está bien con los 'stent', las pastillas y los consejos médicos".