La actriz no se quedará con los brazos cruzados y está dispuesta a luchar por la mita de la fortuna generada durante su matrimonio.
Los problemas crecen entre Hiba Abouk y Achraf Hakimi después de las inesperadas declaraciones de la madre del futbolista. Tras conocerse su ruptura y que su divorcio estaba en marcha, se ha podido saber el increíble chasco que se llevó la actriz junto a sus abogados cuando pretendía tramitar el reparto de su fortuna con su ex. Fue ahí cuando supo que el marroquí no tiene nada puesto a su nombre, sino que tiene todo su dinero y propiedades a nombre de su madre.
Pese a que esta información no estaba confirmada, la madre del jugador ha sido la encargada de hacerlo, atacando duramente a la actriz, diciendo que su hijo lo ha hecho ha sido por algo, añadiendo que es la manera que tiene de deshacerse de ella. Ahora se ha conocido que la ya expareja se casó en régimen de bienes gananciales, por lo que cuando firmen el divorcio, deberán repartir el patrimonio acumulado durante estos años un patrimonio que él ha decidido desviar a una cuenta a nombre de su madre. Según la información a la que ha tenido acceso el medio La Vanguardia, hay una marcada distancia entre ellos. Pese a que la mitad de la fortuna, que rondaría entre los ocho y los 10 millones, tendría que ser para ella, él solo está dispuesto a darle unos dos millones de euros, una cifra mucho inferior. Pero ella no se quedará de brazos cruzados y luchará por conseguir lo que le corresponde.
Es por eso que la actriz se ha planteado comenzar con un proceso paralelo, acusándole de fraude por mala administración de la sociedad ganancial. Los dos contrajeron matrimonio a principios de 2020 en una ceremonia íntima, y desde entonces se han convertido en padres de dos hijos, Amín y Naím, quienes son la prioridad de Hiba Abouk en todo momento. Ella irá a por todas
Por suerte una cuestión está más o menos resuelta, porque el futbolista no habría puesto ningún impedimento en que ella se quede con la guarda y custodia de los pequeños. Tampoco se ha negado a pagar la vivienda que habían compartido en París, así como los gastos asociados al hogar, o a la niñera que ayuda a la actriz a cuidar a sus hijos. Pero con el reparto de los bienes las cosas cambian. El proceso de divorcio se está llevando a cabo en París, pese a que los dos son de ascendencia marroquí, pero nacieron en España.