La familia de Mario Biondo nunca creyó que el cámara se hubiera suicidado, como dictaminó la Policía. La versión era compartida por Raquel Sánchez Silva, su viuda, pero ella prefirió seguir adelante, mientras que el clan italiano no ha dejado de luchar por descubrir la verdad de lo que ocurrió en la madrugada de aquel 30 de mayo.
Hacia las 21:30 horas chateó con su hermana Emanuela, a la que le contó que Raquel y él estaban ansiosos por irse de vacaciones. Le comentó que "ultimamente estoy trabajando como un loco" y que tenían casi vendido un programa suyo a Mediaset, algo con lo que estaba emocionado. "¡Por primera vez haré de director!", señalaba Mario.
Los Biondo no entienden la muerte de su hermano
Con su hermano Andrea habló más tarde, pasadas las 00:00 horas, es decir, seis horas antes de fallecer. Con Andrea fue más breve, aunque le contó: "Mañana voy a probar la cámara C100. Quiero ponerme mis lentes, estoy muy emocionado con el programa".
Según estas conversaciones, Mario Biondo estaba feliz con su mujer, ya que tenían ganas de irse juntos de vacaciones, un proyecto profesional entre manos con el que estaba ilusionado, y muchos planes. Por todo ello, los Biondo dictaminan tajantemente: Es imposible que Mario se suicidara. No entendemos lo que pasó después. Necesitamos tener respuestas".