Thiago Alcántara
Desde que nació el 11 de abril de 1991 ha estado saboreando cómo es el ambiente de una familia deportista. Creció en el seno de un hogar que vivía por y para el fútbol. El mayor de los Alcántara nació en Italia, ya que por aquel entonces su padre Mazinho estaba jugando para un club italiano. Muy pronto se dio cuenta que él también quería seguir los pasos de su padre y dar su vida por el fútbol. Tiempo después, la familia se trasladó hasta Brasil, donde dio sus primeros pasos en las categorías infantiles del Flamengo. A pesar de dejar su país natal para poner rumbo a España, Thiago continúo con un balón en los pies allá donde iba. La fortuna y su buen trato de balón le hicieron fichar por el F.C. Barcelona en 2005.
En 2007 ascendió al equipo juvenil del club catalán, que por aquel entonces estaba dirigido por Pep Guardiola. El entrenador catalán fue el primer en ver en Thiago algo distinto al resto de los jugadores. Con apenas 16 años tuvo la oportunidad de marcharse al Chelsea F.C., pero eligió seguir en el equipo catalán y triunfar en España. A partir de ahí, no tardaría mucho en debutar en Primera División con el Barça, vistiendo la camiseta del primer equipo por primera vez el 17 de mayo de 2009. Pero su amor por el Barcelona se acabó terminando, todo por culpa de la falta de minutos. El futbolista emprendió su nueva etapa profesional en Alemania, al ser fichado por uno de los grandes equipos de Europa, el Bayern Múnich. El club bávaro lo fichó por tan solo 25 millones de euros, toda una ganga en el mercado. Aunque el principal motivo de su marcha fue que quería jugar más, otra posible causa podría haber sido reencontrarse con Pep Guardiola, el entrenador que le dio la oportunidad de subir al primer equipo del Barça.
Aunque con su marcha al club alemán comenzaron sus problemas. El futbolista de origen brasileño comenzó con mal pie la temporada 2013/14 al lesionarse de un esguince que le dejó fuera de los terrenos de juego durante tres meses. Pero ahí no acabaron sus penurias, ya que en 2014 durante la pretemporada se rompió el ligamentos cruzado de la rodilla derecha. El internacional con la Selección Española estuvo 371 días sin disputar ni un solo minuto de fútbol. Un año perdido de su vida, sin poder jugar al fútbol, por culpa del deporte que le apasiona. A partir de ahí, las cosas mejoraron para el futbolista y los títulos con el club alemán llegaron.
El 2015 fue su año sin lugar a dudas, ya que completó su felicidad al volver a sentirse futbolista después de mucho tiempo lesionado, al casarse con su novia Júlia Vigas. La boda, que se celebró en una velada íntima el 27 de junio, acogió a algunos familiares y amigos de la pareja en una finca privada en Sant Climent de Peralta, en el municipio de Furellac. Por fin su vida había tomado el rumbo que siempre había querido. Aunque el momento más feliz de su vida fue la llegada de su primer hijo con su mujer, Júlia Vigas, el 4 de mayo de 2017, un niño al que llamaron Gabriel.
Rafael Alcántara
El pequeño de los Alcántara, más conocido como 'Rafinha', nació en el país natal de su padre, el 12 de febrero de 1993. Rafinha vio como el fútbol lo era todo tanto para su padre como para su hermano mayor, por lo que una vez en España comenzó a jugar al deporte rey. A los 13 años entró junto a su hermano Thiago en el F.C. Barcelona y con esfuerzo y, sobre todo, mucha pasión logró llegar al primer equipo catalán. Aunque no fue un camino nada fácil. Su estreno en el Barça llegó el 9 de noviembre de 2011 en la Copa del Rey. Pero la falta de minutos por la saturación de jugadores en su misma posición tuvo que marcharse durante una temporada al Celta de Vigo. En la temporada 2014/2015, ya con su hermano fuera del Barça y luchando por recuperarse de su grave lesión, regresó al club para unirse al primer equipo.
El futbolista encontró algo de estabilidad en la primera plantilla del Barcelona durante aquella temporada, hasta que le sucedió lo peor. El 16 de septiembre de 2015, Rafinha sufrió la misma lesión que padeció tiempo atrás su hermano, y justo en la misma rodilla. El Barcelona emitió un comunicado confirmando "que tiene una rotura en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha". Esta lesión le alejó casi un año de los terrenos de juego, regresando después de mucho tiempo el 22 de mayo de 2016 para disputar la Copa del Rey ante el Sevilla F.C. Pero el calvario de Rafinha no acabó ahí. El 5 de mayo de 2017, Rafinha volvió a lesionarse de gravedad en un partido de liga contra el Granada. En aquel momento, el internacional con la Selección Brasileña se replanteó colgar las botas, pero gracias al apoyo de sus amigos y familiares siguió luchando para disfrutar unos cuantos años más del fútbol. En enero de 2018 y tras casi un año de lesión, Rafinha volvió a los terrenos de juego y ese mismo mes, fue cedido al Inter de Milán el 22 de enero.
La relación de los hermanos Alcántara
Comenzaron juntos en el fútbol y han terminado separados en distintos equipos. Sin embargo, los dos hermanos han seguido igual de unidos que cuando jugaban en el patio de su casa al fútbol cuando eran unos críos. Nada ha conseguido separarles, incluso, las lesiones que han sufrido a lo largo de sus respectivas carreras han hecho que se entiendan mejor y han logrado que se apoyen mutuamente en todo momento.
Una magnífica relación que no han dejado de compartirla a través de sus redes sociales. Y es que cada vez que se juntan, casi siempre cuando sus equipos les dan vacaciones, muestran en sus redes sociales lo bien que se llevan. "Hermano es sinónimo de amor, y es la relación más leal que uno puede poseer en la vida", aseguró Rafinha en una de sus publicaciones de Instagram en la que aparece junto a su hermano Thiago.