Rafa Nadal y su hermana Maribel Nadal siempre han disfrutado de mantener una buena amistad desde que eran muy pequeños. De hecho, durante su juventud estuvieron viviendo juntos en el último piso de un edificio de Mallorca que compartían con sus abuelos, sus padres y sus tíos.
Es cierto que la afición que los dos comparten por el deporte ha ayudado mucho a que los dos hermanos puedan llevarse bien y mantengan una buena relación, pero existen otros muchos aspectos en sus vidas que han propiciado que ambos se conviertan en pilares fundamentales de la vida del otro. Así son y así se llevan Rafa y Maribel Nadal.
Rafa Nadal
Rafa Nadal siguió trabajando duro y comenzó a destacar en los torneos de categorías inferiores. El 11 de mayo de 2001, mientras se disputaba un partido de exhibición entre dos grandes tenistas profesionales, Pat Cash y Boris Becker, el último se lesionó y se le ofreció al mallorquín disputar el torneo. La sorpresa fue mayúscula cuando un jovencísimo Nadal se alzó con la victoria tras derrotar al que por aquel entonces era toda una leyenda del deporte de raqueta. Desde entonces, la carrera del balear se disparó hasta llegar hasta donde está hoy y se ha convertido en uno de los tenistas mejor valorados del panorama nacional e internacional, acumulando numerosos premios y galardones que atestiguan su fructífera carrera.
Entre sus récords se encuentran el de primer y único jugador en ganar un Grand Slam durante 10 años consecutivos, el de tenista que más veces ha ganado el Roland Garros y junto a Roger Federer y Novak Djokovic comparte el mérito de haber llegado a cuatro o más finales en todos los Grand Slams. Pero Nadal no solo acumula éxitos en cuanto a lo profesional, sino que en su vida amorosa también puede presumir de haberse hecho con el mejor premio de todos: su novia Xisca Perelló. Maribel Nadal los presentó cuando solo eran adolescentes y desde 2005 comparten un bonito amorío. La también mallorquina intenta no perderse ni un solo partido de su pareja para apoyarlo desde la grada, celebrando cada victoria y llorando cada derrota como si fuera suya. Junto a su hermana y al resto de su familia, Perelló ocupa un lugar inexpugnable en el corazón de este tenista de renombre.
Maribel Nadal
Un año después de que naciera Rafa Nadal sus padres le hicieron el mejor regalo que se le puede otorgar a un hijo: una hermana con la que jugar. La poca diferencia de edad que hay entre los dos favoreció la buena relación entre los pequeños, que desde siempre se han mostrado muy unidos. Igual que pasó con su hermano mayor, la mallorquina mostró desde muy niña una predilección innata por el deporte, bastante usual ya en el clan de los Nadal. En cuanto terminó sus estudios secundarios, la de Manacor se marchó a Barcelona, donde vivió en una residencia de estudiantes, para estudiar INEF con vistas a trabajar como profesora de Educación Física.
Lo cierto es que a Nadal no se le daba nada mal y ha demostrado en más de una ocasión que domina a la perfección otro deporte que se juega con raqueta: el padel. Muchos de sus amigos han confesado que la hermana del tenista es muy buena jugando y que podría haber llegado tan lejos como él si así lo hubiera querido. Sin embargo, María Isabel prefirió hacer del deporte un hobbie y dedicar su vida profesional a otros asuntos. Junto a los demás miembros del clan, como sus padres y su cuñada, ha trabajado en algunos proyectos de la Fundación Rafa Nadal, que trabaja para "ofrecer programas de educación a los más desfavorecidos con un denominador común: el deporte", según se comenta en la web oficial.
De esta forma, aunque no ejerza como atleta profesional, el ejercicio también está a la orden del día en la vida de Maribel. Tanto es así que la de Mallorca ha buscado en su alma gemela la misma necesidad de aventura y actividad constante, por lo que comenzó a salir en 2013 con un golfista amateur y aficionado al paddle surf, Pep Juaneda. El hombre que ocupa el corazón de Nadal también es un apasionado del deporte, lo que le ha llevado a participar en alguna que otra maratón y a fotografiarse junto a atletas de la talla de Tiger Woods. La pareja aprovecha cualquier hueco para pasear en barco por las Islas Baleares o para viajar y descubrir el mundo juntos, además de acompañar de manera conjunta a Rafa Nadal en sus viajes por todo el mundo, para mostrarle su apoyo y confianza.
La relación de los hermanos Nadal
Como se ha mencionado anteriormente, la amistad que María Isabel y Rafa Nadal mantienen ha sido muy intensa desde que eran pequeños. La afición por el deporte que ambos comparten ha acrecentado el ya de por sí profundo vínculo que une a dos personas que crecieron juntas. Probablemente, ninguno de ellos recuerde un momento importante de su vida del que su otra mitad no forme parte. De hecho, los dos convivieron durante un tiempo en el ático del inmueble de Mancor en el que vivía gran parte de su familia. Que María Isabel se decidiera a iniciar sus estudios universitarios en la Ciudad Condal no fue impedimento para que ella y su hermano siguieran en contacto y, a pesar de los 250 km que los separaban, nunca dejaron de estar el uno al lado del otro.
De hecho, Maribel es una fija en las competiciones de su hermano, formando junto a su madre Ana María Parera, su cuñada Xisca Perelló y su novio Pep Juaneda un gran equipo de animadores que de seguro brindará toda la fuerza necesaria a Nadal para hacerse, una vez más, con la victoria. De hecho, la mallorquina vive con gran intensidad y entusiasmo cada partido que su hermano disputa, y su abuelo aseguró en su día que ella era una persona "noble, de gran corazón" y que "vive los triunfos de Rafa como propios", demostrando de nuevo que la conexión de los Nadal es tan fuerte que los éxitos de uno también son los del otro.
Sin embargo, como uña y carne que son, no solo han estado unidos en las buenas, sino también en las malas. Unidos superaron la separación de sus padres en 2009 y, aunque más tarde se reconciliarían, este hecho afectó bastante a Rafa Nadal. "Mis padres eran el pilar de mi vida y ese pilar se había desmoronado. La continuidad que tanto había valorado en mi vida se había roto por la mitad, y el orden emocional del que dependía había recibido un golpe terrible. Estaba deprimido, me faltaba entusiasmo. En la superficie permanecía como un tenista autómata, pero el hombre dentro de él había perdido todo el amor por la vida", confesaba el tenista en su autobiografía, 'Rafa: My story'.
También se mantuvieron el uno al lado del otro cuando pasaron por otro amargo momento: el fallecimiento de su abuelo, el músico Rafael Nadal en 2015. La muerte de este ser tan querido llegaba en uno de los peores momentos profesionales del tenista, cuando llegó a acumular varias derrotas importantes seguidas, pero el apoyo que su hermana y el resto de su familia le brindaron le permitió seguir adelante. También ellos fueron el pilar fundamental que ayudó a Nadal a recuperarse de la lesión de rodilla que casi le lleva a retirarse del tenis de manera definitiva, manifestando una vez más la fuerte unión de la que disfrutan todos los miembros del clan y no solo los hermanos.