Galería: Tanatorio y funeral de Miguel Boyer
La muerte de Miguel Boyer, acaecida el 29 de septiembre de 2014, hizo descansar al exministro, pero no así a su familia. En los primeros días, los Boyer y los Preysler mostraron una imagen de unidad que llamó la atención. Quizás tras la enfermedad de Miguel Boyer, todos habían aparcado las diferencias y se habían unido frente a la adversidad, lo que habría derivado en que en el entierro se les viera a todos juntos compartiendo dolor.
Pero fue todo un espejismo, ya que el reparto de la herencia sacó a relucir las tensiones familiares. Después de un conflicto público que acabó silenciándose, poco más se sabía sobre cómo había repartido la herencia Miguel Boyer. Ahora se sabe a través de El Mundo.
A finales de febrero, Christian Boyer, hermano de Miguel Boyer, notificó a sus tres sobrinos, Laura, Miguel y Ana las conclusiones sobre el reparto de la herencia, trabajo que le cayó después de que su hermano le nombrara albacea tras redactar el que fue su cuarto y último testamento, que redactó el 24 de julio de 2012, cuando se encontraba mal tras el derrame cerebral sufrido en febrero de ese mismo año, pero en pleno uso de sus facultades mentales.
En el testamento señala que sus tres hijos son herederos a partes iguales, mientras que en el tercio de libre disposición, mejoraba la posición de su entonces mujer y ahora viuda, Isabel Preysler. Lamentablemente, poco hay que repartir, ya que les ha dejado gastos y deudas, y al parecer la hija mayor quiere renunciar al legado.
Isabel Preysler, la beneficiada
Para Miguel Boyer Jr, van a parar tres coches que fueron de su padre, libros de la biblioteca de su padre, aunque solo una pequeña parte de los 6000 que poseía. Para Laura Boyer corresponde u na escultura de Mariano Benlliure que representa a su antepasado Amós Salvador Rodrigáñez, que fue ministro durante la regencia de la Reina María Cristina y en el reinado de Alfonso XIII.
Y ahora llega lo curioso. La herencia viene 'envenenada', ya que los herederos tienen que pagar a Isabel Preysler dinero del funeral y otros trámites relacionados con la muerte de Miguel Boyer que tuvo que pagar la viuda sin que a ella le correspondiera. También deberían correr con los gastos del impuesto de sucesiones.
Por otro lado, algo que ha enfadado a los mayores Boyer es que Isabel Preysler se queda con un cuadro de Fernando Álvarez de Sotomayor que pintó a Carlota Salvador Sáinz de Vicuña (madre de Miguel Boyer) con su hermana y un perro. A Laura y Miguel Jr les ha sentado mal, ya que su madrastra se queda con un retrato de su abuela y su tía abuela, pero no les queda otra que aguantarse, y probablemete, renunciar a lo poco que les ha dejado su padre.