Tras un largo y complicado proceso de divorcio, finalmente Heidi Klum y Seal han puesto punto y final a su matrimonio. La disolución marital se ha consumado oficialmente el pasado 14 de octubre, y tras varias idas y venidas y alguna acusación de infidelidad por parte de Heidi, parece que ambos han llegado a una acuerdo respecto al patrimonio en común y la custodia compartida de los cuatro hijos que comparten.
La versión oficial es que se han tomado estos dos años de proceso legal con un ánimo maduro y conciliador ya que han compartido tardes en común con la familia al completo: "Hemos mantenido el más profundo respeto el uno por el otro a lo largo de toda la relación. Este es un proceso amistoso en el que se ha buscado el bienestar de nuestros hijos como prioridad".
Un caracter incontrolable
Aunque es cierto que de cara al público han guardado las formas, parece que una de las razones principales de la ruptura se debieron al fuerte carácter incontrolable de Seal. Una conducta que Heidi llegó a calificar de "temperamento volcánico" y que afectaba a sus hijos.
Además, aunque Heidi lo negase, parece que antes de llegar a separarse ya había comenzado el romance con su guardaespaldas Martin Kirsten, una relación que se tranformó en el 'mejor apoyo' para superar el divorcio con Seal.