Héctor Barberá está teniendo un fin de semana que le costará olvidar. El piloto de MotoGP y su pareja han sido condenados recientemente a seis y cinco meses de cárcel por agresión mutua, aunque sólo tendrá que cumplirla él, al contar con antecedentes (dio positivo en un control de alcoholemia en 2012). Barberá podrá conmutar la pena por trabajos sociales. Obviamente, un caso como el del valenciano ha levantado mucho revuelo, ya que podía tratarse de un caso de violencia de género.
El piloto ha decidido romper el silencio, y a través de un comunicado ha querido dar su opinión sobre el caso. Comienza diciendo que no se siente orgulloso de la situación, y pide perdón a sus amigos, familiares, a su equipo deportivo, y "a todas las personas que sea necesario". Sin embargo, también deja claro que la agresión fue mutua: "ambas partes aceptamos la resolución del Juzgado", comenta el piloto, en referencia a la decisión del juzgado de Jerez de la Frontera que siguió el procedimiento rápido en este caso.
En contra de los malos tratos
El afectado dice estar en contra de la violencia de género y de los malos tratos, tanto a mujeres como a hombres: "Considero que es un tema muy delicado y que muchas mujeres sufren de verdad, y creo que aquí se está haciendo un uso indebido aprovechándose y amparándose en la ley la otra parte afectada". Además, añade que tiene dos hermanas con las que tiene una relación muy cercana, y por eso dice que jamás se le pasaría por la cabeza "hacer daño a una mujer ni a nadie". El piloto espera que el asunto no trascienda más allá y que pueda continuar con su carrera deportiva sin contratiempos ni más ataques.