Por este mismo motivo, la Fiscal de la acusación, Meghan Hast, comenzó su primera intervención intentando desmontarlo: "A lo largo de los testimonios veréis que el que está sentado al otro lado -señalando a Harvey Weinstein-, a pesar de lo que vuestro ojos están mirando, no es una inofensivo señor mayor. En lugar de eso, es un depredador sexual y un violador", decía dirigiéndose directamente a la bancada del jurado popular (en el que finalmente no se encuentra Gigi Hadid para evitar convertir este juicio en un circo mediático o, al menos, no más de lo que ya es; así como ante la posible imparcialidad por su estrecha relación con Cara Delevingne, una de las mujeres que acusaron públicamente al productor).
Tras esto, empezó a enumerar el largo historial de denuncias que han salido a la luz desde la publicación del primer artículo en The New York Times en noviembre de 2017 y que se han ido desdibujando durante todo este tiempo bien porque han prescrito, porque las víctimas han llegado a un acuerdo con los abogados del acusado o porque las víctimas han preferido mantener su anonimato. Por el momento solo dos mujeres han sido las que consiguieron sentar a Weinstein en el banquillo de los acusados. Por un lado, una aspirante a actriz -Jessica Mann, nombre que se dio a conocer al arranque del juicio- violada en 2013 en un hotel de Nueva York; y Mimi Haleyi, asistente de producción que fue obligada a realizarle sexo oral.
Intentando demostrar una patrón de conducta que le lleve a la cadena perpetua
Weinstein: "Tengo buenos abogados"
Pero Harvey Weinstein no está desamparado, todo lo contrario, él mismo lo reconocía al ser preguntado a las puertas de la sala si creía que lo que iba a vivir era un juicio justo: "Tengo buenos abogados", decía. Y así fue. Su defensa, el abogado Damon Cheronis, aseguró que, como en toda historia, "hay dos realidades". Este aseguró que nada tenía que ver su cliente con esa imagen de "depredador sexual o violador" que se estaba dando de él y que todas las relaciones sexuales que mantuvo con mujeres fueron "consensuadas" y, en ciertas ocasiones, con la intención de las mujeres de mejorar sus carras en la industria. Para demostrarlo aseguran que tiene pruebas suficientes en forma de mensajes de texto de alguna de esas presuntas víctimas con "palabras amorosas" hacía Weinstein. "Te amo, siempre lo he hecho, y tengo la sensación de que solo me quieres para...", decía uno de esos supuestos mensajes.