El pasado miércoles 22 de enero arrancaba en Nueva York el juicio contra Harvey Weinstein más de dos años después de que se destapasen las primeras acusaciones de abuso sexual y violación sobre diferentes mujeres de la industria cinematográfica. A diferencia de las ocasiones anteriores, el que fue el productor de cine más importante de Hollywood llegó a los juzgados sin ser ayudado por su ya conocido andador. Eso sí, no desaprovechó la ocasión para hacer su particular teatrillo sufriendo un pequeño desvanecimiento a las puertas del edificio teniendo que ser sujetado por dos de sus ayudantes. Una imagen, respaldada por una operación tras un accidente de coche, que ha ido preparando su defensa mucho antes de comenzar el juicio.
Por este mismo motivo, la Fiscal de la acusación, Meghan Hast, comenzó su primera intervención intentando desmontarlo: " A lo largo de los testimonios veréis que el que está sentado al otro lado -señalando a Harvey Weinstein-, a pesar de lo que vuestro ojos están mirando, no es una inofensivo señor mayor. En lugar de eso, es un depredador sexual y un violador ", decía dirigiéndose directamente a la bancada del jurado popular (en el que finalmente no se encuentra Gigi Hadid para evitar convertir este juicio en un circo mediático o, al menos, no más de lo que ya es; así como ante la posible imparcialidad por su estrecha relación con Cara Delevingne, una de las mujeres que acusaron públicamente al productor).
Tras esto, empezó a enumerar el largo historial de denuncias que han salido a la luz desde la publicación del primer artículo en The New York Times en noviembre de 2017 y que se han ido desdibujando durante todo este tiempo bien porque han prescrito, porque las víctimas han llegado a un acuerdo con los abogados del acusado o porque las víctimas han preferido mantener su anonimato. Por el momento solo dos mujeres han sido las que consiguieron sentar a Weinstein en el banquillo de los acusados. Por un lado, una aspirante a actriz - Jessica Mann, nombre que se dio a conocer al arranque del juicio- violada en 2013 en un hotel de Nueva York; y Mimi Haleyi, asistente de producción que fue obligada a realizarle sexo oral.
Intentando demostrar una patrón de conducta que le lleve a la cadena perpetua
A pesar de ello, todas las malas prácticas de Weinstein que se dieron a conocer desde que estalló el caso #MeToo serán utilizadas por la acusación para intentar demostrar un patrón de conducta por parte del Harvey Weinstein durante más de 30 años. De hecho, otras cuatro mujeres testificaran a lo largo de juicio en contra de productor. Una de ellas es Annabella Sciorra, actriz de 'Los soprano', que denunció públicamente que había sido violada a comienzos de los 90 por el aquel entonces productor de cine.
La baza de la presión y el miedo infundido sobre las víctimas por parte de este será otra de las herramientas fuertes para intentar llevar a Weinstein a la cárcel (podría enfrentarse a cadena perpetua de ser declarado culpable). Durante esta primera vista oral también salió a la luz que el supuesto "violador" utilizaba su buena relación con los Clinton para así demostrar hasta donde tenía poder llegando incluso a llamar al por aquel entonces Presidente de los Estados Unidos delante de sus víctimas. Justamente, pocas horas del arranque del juicio, The Hollywood Reporter publicaba una entrevista a Hillary Clinton en la que se defendía de su relación con el acusado : "¿Cómo podríamos haberlo sabido? Recaudó dinero para mí, para los Obama, para los demócratas en general", decía.
Weinstein: "Tengo buenos abogados"
Pero Harvey Weinstein no está desamparado, todo lo contrario, él mismo lo reconocía al ser preguntado a las puertas de la sala si creía que lo que iba a vivir era un juicio justo: " Tengo buenos abogados ", decía. Y así fue. Su defensa, el abogado Damon Cheronis, aseguró que, como en toda historia, "hay dos realidades". Este aseguró que nada tenía que ver su cliente con esa imagen de "depredador sexual o violador" que se estaba dando de él y que todas las relaciones sexuales que mantuvo con mujeres fueron "consensuadas" y, en ciertas ocasiones, con la intención de las mujeres de mejorar sus carras en la industria. Para demostrarlo aseguran que tiene pruebas suficientes en forma de mensajes de texto de alguna de esas presuntas víctimas con "palabras amorosas" hacía Weinstein. " Te amo, siempre lo he hecho, y tengo la sensación de que solo me quieres para... ", decía uno de esos supuestos mensajes.