A comienzos de octubre, The New York Times publicó un reportaje con testimonios en primera persona de diez actrices que habían sido acosadas sexualmente por el director de cine Harvey Weinstein. Desde entonces Hollywood ha sufrido una oleada de confesiones de gran cantidad de mujeres que estuvieron en la misma situación. La última en unirse a esta denuncia no ha sido otra que Salma Hayek. El mismo medio ha sido el encargado de hacerse eco de las palabras de la méxicana. "Harvey Weinstein fue un cinéfilo apasionado, un temerario, un mecenas del talento en el cine, un padre cariñoso y un monstruo. Durante años, fue mi monstruo ", comienza el artículo. Todo ocurrió cuando la intérprete de 'Beatriz at Dinner' consiguió que el prestigioso productor por aquella época se hiciese cargo de su proyecto 'Frida'.
Desde entonces, la vida de la empresaria se convirtió en una pesadilla. "Lo conocía un poco gracias a mi relación con el director Robert Rodriguez y la productora Elizabeth Avellan, quien era su esposa en ese entonces y quien me había acogido bajo su tutela tras hacer algunas películas con ella. Lo único que sabía de Harvey en ese momento era que tenía un gran intelecto, que era un amigo leal y que era un hombre de familia. Con lo que sé ahora, me pregunto si no fue solo mi amistad con ellos, así como con Quentin Tarantino y George Clooney, lo que me salvó de ser violada ", se cuestiona la estrella del cine.
"No sabía que muy pronto yo tendría que decir no. No a abrirle la puerta a cualquier hora de la noche en hotel tras hotel y localización tras localización donde se aparecía inesperadamente, incluido un sitio en el que estaba rodando una película en la que él ni siquiera estaba involucrado. No a bañarme con él. No a dejarlo que me viera bañarme. No a dejarlo que me diera un masaje. No a que un amigo suyo, desnudo, me diera un masaje. No a dejarlo que me hiciera sexo oral. No a desnudarme junto con otra mujer. No, no, no, no, no... Con cada rechazo surgía la ira maquiavélica de Harvey", explica con detalle la celebrity. "Sus tácticas de persuasión iban desde hablar dulcemente y prometer cosas hasta aquella vez que, en un ataque de ira, dijo las palabras más temibles: " Te voy a matar, no creas que no puedo ", añadió.
Obligada a rodar una escena sexual
Salma Hayek también contó como para la película tuvo que rodar una escena de sexo con otra mujer obligada por Weinstein. "Tuve que decir que sí. Para ese momento le había dedicado muchos años de mi vida a hacer esta película. Ya era la quinta semana de grabación y había convencido a tanta gente talentosa de participar. ¿Cómo iba a dejar que su magnífico trabajo se fuera a la basura?", explica ella misma. "Mi mente entendía que tenía que hacerlo, pero mi cuerpo no dejaba de llorar y convulsionarse. En ese momento empecé a vomitar y todos en el set estaban a la espera de empezar a rodar. Tuve que tomarme un tranquilizante, que logró que dejara de llorar pero empeoró el vómito. Como bien pueden imaginarse, no era nada sexy, pero era la única manera en la que iba a lograr terminar la escena", cuenta la ganadora de dos premios Heraldo de México. "Los hombres acosan sexualmente porque pueden. Y las mujeres estamos hablando porque, en esta nueva era, por fin podemos hacerlo", concluyó el texto.