Después de que salieran a la luz los numerosos casos de abuso y acoso sexual en los que ha estado implicado Harvey Weinstein, han sido muchas las víctimas que se han atrevido a sacar a la luz sus traumáticas experiencias con el productor. Muchas de ellas reunieron el valor suficiente para emprender acciones legales en su contra y que la justicia sea la que determine su condena por la conducta tan denigrante que ha mostrado a lo largo de todos estos años.
Sin embargo, ahora ha sido el propio fiscal del estado de Nueva York, Eric Weinstein, ha tomado la determinación de interponer un demanda en contra del productor, su hermano Bob Weinstein y la productora que ambos tenían en común por la política empresarial que han tenido a lo largo de todos estos años. Con esto se pretende solucionar el " ambiente de trabajo hostil para las mujeres y un modelo de abuso sexual quid pro quo, así como una rutina de usar los recursos de la empresa para fines ilegales".
Tal y como se recoge en la demanda, los dos hermanos infringieron en reiteradas ocasiones las leyes de Nueva York por no crear un ambiente de trabajo adecuado y fomentar el hostigamiento sexual, la intimidación y la discriminación. Aparte, salió a la luz el hecho de que a muchos de los conductores se les obligaba a portar condones e inyecciones para la disfunción eréctil, ya que en el caso de que el productor los necesitara pudiese disponer de ellos.
Un imperio destrozado
Con este proceso judicial se pretende buscar la justicia que muchas de las víctimas todavía no han encontrado. Una gran parte de los trabajadores de la compañía de los hermanos Weinstein habrían interpuesto en numerosas ocasiones quejas en el departamento de recursos humanos, pero todas ellas fueron desestimadas e ignoradas. Por ello, en el caso de que la empresa sea vendida a una tercera persona, Harvey y Bob deberán destinar todo el dinero a indemnizar a las víctimas.