El exproductor de cine ha tenido que ser aislado en la prisión en la que se encuentra tras haber tenido fiebre alta.
El pasado lunes Harvey Weinstein tuvo que ser aislado en la prisión de Wende en la ciudad de Nueva York al empeorar su estado de salud. El exproductor de cine había desarrollado una fiebre superior a 38 grados, uno de los síntomas más comunes ante un contagio de la Covid-19 motivo por el cual se le realizó una prueba PCR. Tras esto, este mismo jueves 19 de noviembre sus portavoces dieron a conocer que el resultado había sido negativo pero su estado de salud seguía siendo malo.
Por este mismo motivo, Weinstein sigue bajo vigilancia médica ya que su estado de salud sigue siendo malo por los otros serios problemas de salud que padece. "Su salud continúa disminuyendo, empeorando y necesita tratamiento", afirman."No debería sorprendernos que el señor Weinstein tenga numerosas enfermedades y afecciones, que incluyen problemas cardíacos, presión arterial alta y estenosis espinal". Estos mismos problemas comenzaron a manifestarse cuando dio comienzo el mediático juicio contra el por varias acusaciones -ahora probadas- por diferentes delitos sexuales.
"Su salud continúa disminuyendo, empeorando y necesita tratamiento"
A comienzos del mismo, el poderoso productor venido a menos tuvo que ser operado de la espalda por una grave lesión que había sufrido en un accidente de coche. A raíz de esto, acudía siempre a los juzgados caminando ayudado por un andador y su deterioro físico era cada vez más evidente. Cuando en marzo de 2019 fue declarado culpable tuvo que ser operado del corazón al empezar a sufrir varias afecciones cardíacas cuando estaba siendo trasladado a prisión.
Tras su recuperación, Weinstein se encuentra cumpliendo 23 años de condena en una prisión de Nueva York por acto sexual criminal en primer grado por practicarle sexo oral a la fuerza a la ayudante de producción Mimi Haley en el año 2006 y por violación en tercer grado a la aspirante a actriz Jessica Mann en 2013.