El principio de fin de la intocable figura de Harvey Weinstein comenzó en octubre de 2017 cuando salieron a la luz a través de varias investigaciones de importantes medios estadounidenses muchos caso de acoso, abuso sexual e incluso violación por parte de este hacia actrices y aspirantes a prometiendo que sus carreras irían a mejor. El ahora ya exproductor siempre defendió su inocencia y sus abogados lucharon por ella mucho antes de arrancar su juicio en enero de 2020. Pero algunos de sus esfuerzos -que no todos- fueron en vano y finalmente acabó siendo declarado culpable.
Bien es cierto que, de los cinco cargos a los que se enfrentaba, solo pagará con pena de cárcel por dos de ellos: actor sexual criminal en primer grado por haberle realizado sexo oral sin su consentimiento a la ayudante de producción Mimi Haley en 2006 (un delito cuya es pena de entre 5 y 25 años) y por violación en tercer grado a la aspirante a actriz Jessica Mann en 2013 (posible pena de hasta 4 años). En total el culpable de estos delitos podría enfrentarse hasta a 29 años entre rejas.
Pero por ahora, a pesar de que el jurado popular lo ha declarado ya culpable de los mencionados delitos, Weinstein no ha ingresado todavía en prisión porque, poco después de conocerse el veredicto, tuvo que ser ingresado en el Hospital Bellevue por problemas cardíacos. Desde entonces se encuentra bajo cuidados médicos y vigilancia policial en el mismo centro y posible que esto siga siendo así hasta el día en el que se conoce la sentencia final: " Es probable que llegue hasta la sentencia el 11 de marzo ", dice un portavoz de Weinstein para Variety.
Uno de sus abogados, Arthur Aidala, añadió que esta decisión ha sido tomada por el equipo médico: "Piensan que es donde debería de estar, así de simple". Este también añadió que los problemas médicos de su cliente no son ninguna novedad y antes de arrancar el juicio se ha tenido que ir enfrentando a ellos: "No es ningún secreto que estuvo bajo el cuidado de varios médicos en el transcurso de los últimos meses", y dice en nombre de los doctores: " Han determinado que no está listo para ir a un centro que no sea médico. Esta decisión depende totalmente del equipo médico. Obviamente nadie quiere que le pase nada al señor Weinstein debido a su salud".
Sigue luchando por su inocencia
Mientras tanto, lo que más preocupa a Weinstein es conseguir la menor pena posible y seguir luchando por demostrar su inocencia. De esto había hablado ya su abogado pocas horas después de que fuese ingresado en le hospital. Adaila dijo para ABC New que Weinstein se encuentra "de buen humor" y "en muy buena forma, bastante centrado en su futuro, en cuáles son los próximos pasos". Y es que pese a lo dictaminado por el jurado popular, el productor venido a menos sigue insistiendo en su inocencia y así quiere demostrarlo, obligando a sus abogados a seguir luchando: " Ha sido constante sobre su inocencia desde el día que lo conocí y todavía es muy contundente en proclamar [cita palabras textuales de su cliente]: ' No agredí sexualmente ni violé a nadie '", asegura también.