El alcohol y la fiesta han terminado por pasarle factura al más pequeño de los One Direction, Harry Styles. Mientras sus compañeros hacían botar a sus fans de Pittsburgh (Pennsylvania), el artista se alejaba disimuladamente para vomitar en una esquina del escenario y reponerse antes de volver a salir.
No es el primer encontronazo que Harry Styles tiene con el alcohol. Durante su estancia en Newscastle los guardias de seguridad de un pub tuvieron que sacarle del local por ir demasiado bebido, según relataron los presentes en el pub. El regente del local trató de cubrir este desliz alegando que no estaba borracho y que simplemente disfrutó de la noche.
A Niall Horan tampoco le sienta bien beber
Resulta muy paradójico que a Styles le hayan encargado vigilar el consumo de alcohol de Niall Horan. El padre de Horan le pidió que ayudase a su hijo con sus problemas con la bebida, algo que el benjamín aceptó de buen gusto. Esperemos que Styles no le esté dando un mal ejemplo ni acabe como otras jóvenes promesas, como Macaulay Culkin.