Los famosos no son imperturbables y muchos de ellos se enfadan con la prensa por querer tomar en fotografías cada momento de su vida. Algunos de ellos se muestran tan enfadados que dan verdadero miedo.
Halle Berry también se dejó ver con un más que evidente enfado, con los brazos desplegados y andando violentamente hacia la prensa, hacía pensar lo peor, quizás un ataque a los fotógrafos, pero la actriz se controló y se limitó a soltar improperios contra los paparazzi.
Eros Ramazzotti y Sharon Stone pierden los papeles
El mismo ataque de histeria le dio a Sharon Stone en la peluquería; lo que parecía que iba a ser una sesión de tinte y mechas se volvió mucho más tenso, llegando incluso a sacar a la actriz de sus casillas cuando se dio cuenta de que la prensa estaba fotografiándola desde fuera del local.
Chris Brown no puede presumir de un carácter pacífico, sino más bien todo lo contrario; y así lo demostró cuando unos paparazzi intentaron llegar hasta él, utilizando a sus guardaespaldas para alejar a la reportera. Hay otros como Mila Kunis que se limitan a esconderse de la prensa, algo que seguro ha aprendido del cantante Justin Bieber que siempre que ve una cámara se cubre la cara con sus manos o con lo que pueda, aunque protagonizó recientemente un monumental enfado con un fotógrafo.
Isabel Pantoja y Guti pierden los papeles
Desde aquel famoso "no me vas a grabar más" de Isabel Pantoja se vio una faceta de la cantante a la que no nos tenía acostumbrados, y que sin embargo la hemos visto posteriormente en más de una ocasión. La última fueron unas patadas en las espinillas que se ganó un reportero por intentar fotografiar a la tonadillera.
Guti, que también nos tiene acostumbrados a sus salidas de tono, perdió los papeles en la comunión de su hijo, pidiendo a la prensa que se fuera y que los dejase en paz en un día tan especial para la familia. Aunque quizás la más conocida de Guti fue el enfrentamiento que tuvo con la policía y la prensa en Turquía, y que dejó su imagen por los suelos.
Y es que ser famoso tiene dos caras y una de ellas es muy exigente, el tener que soportar como los paparazzi se interesan por los pormenores de tu vida diaria, pero el ser un personaje público es lo que tiene, que despierta pasiones.