La boda de Kiko Matamoros y Marta López Álamo se ha convertido en uno de los acontecimientos del año. Después de cuatro años juntos han decidido sellar su amor en una boda celebrada por la iglesia en la capital madrileña ante la atenta mirada de sus respectivas familias y amigos, entre los que se encuentran muchos rostros conocidos.
Con gran expectación se ha esperado la llegada de la novia a la iglesia del brazo de su padre, si bien es cierto, el vestido no ha generado ningún tipo de intriga porque ya lo había enseñado en la portada de la revista Lecturas con unos días de antelación. Felices y pletóricos se han mostrado una vez se han dado el 'sí, quiero', pero en la celebración ha ocurrido algo que ha conseguido enturbiar la felicidad de la modelo, que se ha mostrado muy triste, tal y como han hecho saber algunos invitados.
La razón por la que la tranquilidad ha desaparecido en la boda de Marta López Álamo ha sido porque Tom Brusse ha publicado una fotografía en la que aparece junto a los novios y en ella se ve el segundo vestido de Marta López Álamo, un vestido que en realidad se iba a conocer en la portada de la misma revista, ya que había firmado un contrato para ello.
El televisivo no lo ha hecho con maldad, es más, en cuanto ha sabido que ha metido la pata ha eliminado la foto, pero ya era demasiado tarde porque varias personas habían hecho captura de pantalla. Los novios no habían prohibido a sus invitados el uso de sus teléfonos, pero sí les habían solicitado que no publicaran nada de momento, para cumplir con los tiempos marcados por la revista. Brusse no se había enterado de esta norma interna y ha metido la pata hasta el fondo, generando un disgusto en la novia.
La tristeza de la novia
Tom Brusse ha intervenido en directo en el 'Deluxe' y ha explicado que no sabía nada. Dice que Matamoros le ha dicho que no se preocupara, aunque José Antonio Avilés y Pilar Vidal han dado más detalles, contando que la tensión se palpa en el interior del evento: "Lo saben todo, no han querido decir nada", ha desvelado Vidal, y Avilés ha añadido: "Marta estaba triste porque, cuando ha sucedido todo, nos hemos acercado y ella estaba bastante agobiada, nos ha dicho 'no quiero saber nada'. No ha llorado, pero estaba triste, la situación era complicada".