Han pasado veinte años desde que Gloria Trevi fue absuelta y declarada inocente de los cargos que se le imputaban por supuestamente reclutar menores para una red de explotación sexual. Su productor musical, Sergio Andrade, era el cabecilla. Ahora, la cantante mexicana se enfrenta a un nuevo caso similar.
Esta vez, dos mujeres anónimas han interpuesto una demanda en Los Ángeles contra la cantante, asegurando que Sergio Andrade abusó sexualmente de ellas. Estas dos personas, que por el momento no han querido revelar su identidad, afirman que Trevi contactó con ellas cuando apenas tenían 13 y 15 años, con el fin de que se unieran al programa de capacitación musical que tenía por aquel entonces Sergio Andrade, lo que se destapó después como una red sexual de menores.
La cantante felicitando la navidad a sus seguidores / Foto: InstagramPor el momento, ni la propia artista ni nadie de su equipo de comunicación, ni siquiera sus representantes legales, se han pronunciado sobre la reciente noticia que ha caído sobre la imagen de la cantante como un jarro de agua fría, reviviendo todo lo que ocurrió a finales de los años noventa.
Un oscuro pasado
La cantante que logró revolucionar a todo el continente con su imagen y actitud de mujer poderosa y rompedora,resultó ser un fraude en aquel final de la década de los noventa. Cuando se destapó toda la red de abusos y pederastia de su productor, y además se reveló su implicación, esa imagen que había sido venerada pasó a ser una de las figuras más odiadas del momento.
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La cantante en sus redes sociales / Foto: InstagramLa cantante en sus redes sociales / Foto: Instagram[/cimg
También fue acusada junto a ella la corista conocida como María Boquitas, por abusar sexualmente de menores de edad y también de pertenecer a un grupo satánico. No acaba ahí, sino que cuando la policía mexicana ordenó su detención, Gloria Trevi se dio a la fuga hasta que fue encontrada y detenida tres años después de su acusación en Río de Janeiro. Allí pasó tres años encarcelada y tuvo su primer hijo en 2002. Poco después fue llevada a México, en donde dos años más tarde un tribunal la absolvió de los delitos de violación agravada, secuestro y corrupción de menores.
