Con las docu-series de Rocío Carrasco los aires se tornaron contrarios para la que esta bautizó como 'la familia mediática' al mostrar una cara hasta ahora desconocida de todos ellos. En el caso de Gloria Camila, aunque durante los años narrados por la también hija de Pedro Carrasco ella era una niña, la pertenencia y posteriores acciones defendiendo a capa y espada a los suyos también le costaron el odio e insultos de aquellos que defendían férreamente a Rocío Carrasco y rechazaban todo lo que tuviera que ver con ellos. Algo que, como bien es sabido, le ha causado mucho dolor a la ahora reconvertida en influencer.
Sobre esto habló la también hija de José Ortega Cano en su última aparición pública en un evento en el que fue galardonado y estuvo arropada por su sobrina, Rocío Flores. Allí ante los medios se sinceró sobre las cosas que llegó a pensar en los momentos en los que más baja estaba de ánimo y lo único que recibía eran ataques de muchas personas: "He llegado algunos días a plantearme si de verdad merecía o no ser hija de Rocío Jurado y si me cambiaba los apellidos y hacía vida en otro sitio ", reconocía: " De hecho si te hablo de esto lloro porque es muy jodido. Hablar de esto me cuesta muchísimo ".
Gloria Camila reconocía y denunciaba así también públicamente que la mayoría de las cosas que se le dicen son muy graves, algunas incluso delito como las amenazas de muerte, y no es fácil ignorarlas. Aunque ha querido destacar una que, puede parecer más inofensiva, le ha costado y todavía le cuesta digerir escucharla como un insulto: " Se ha aceptado ya como un insulto el 'es mi hermano adoptado', eso lo hemos normalizado y es muy feo, porque las personas adoptadas no somos ni menos ni más, pero somos agradecido de que nos den el amor que igual no hubiésemos tenido. Nadie se sabe el daño que puede haber ocasionado venir de ahí (...) Son traumas que tienes desde pequeña y si te lo recuerdan todos los días...".
"No es fácil que tachen a tu padre de maltratador"
Y todo esto se suma, por supuesto, escuchar todas las críticas a la que es su familia: " No es fácil que tachen a tu padre de maltratador. Todos estos temas al final me afectan muchísimo (...) Se está llegando a un límite... No sabes la tralla. Cuando eres personaje, la gente todo se lo cree", reconoce: "Todo el proceso o el trabajo que yo hago día a día, que hago terapia con mi psicóloga, con mi psiquiatra. A veces llego a mi casa explotando, llorando después de la terapia y leo un mensaje con amenazas de muerte o haciéndome comentarios racistas como 'vete a tu país'... todo ese trabajo que yo hago se me derrumba ".
Ante todo esto, la joven reconoce que no quiere ni puede abandonar las redes sociales a través de donde recibe tanto odio porque hoy en día es su forma de trabajar, aunque reconoce que algún que otro perfil sí ha bloqueado para que no pueda tener acceso a ella. Pero, al fin y al cabo, reconoce que también tiene algún beneficio para ella que sigan con tanta inquina querer saber de ella: "Yo no bloqueo porque gracias a que tú te metas en mi perfil aunque no me sigas, da visibilidad, sube mi engagement, las estadísticas, y eso es lo que las marcas buscan. Y si me sigues y te bloqueo perdería seguidores. Aunque a veces lo hago. Al final hay que sacar un punto positivo a todo esto".