El pasado domingo 4 de septiembre se producía en 'Ya es verano' el que parece ser el punto de inflexión en la relación entre Ortega Cano y Ana María Aldón. Una llamada en directo del diestro en la que parecía claudicar a las peticiones de la diseñadora después de semanas confirmando la crisis en el matrimonio y pidiendo una solución: "Me gustaría poner las cosas en equilibrio: ni nadie es muy malo, ni nadie es muy bueno, todos somos los que Dios quiere, regular. Tenemos que, entre familia, llevarlos lo mejor posible, no hay otra solución (...) Tenemos a una joya, que es un niño especial, muy inteligente, y yo le he notado estos días como una carita seria que no es la de costumbre. Tenemos que ponernos las pilas, tenemos que templarnos, poner de nuestra parte los dos".
Unas palabras a las que, entre reproches, accedía la propia colaboradora: " Tenemos un hijo, tiene que haber comunicación y lo que no hay. Al menos que el niño vea una normalidad dentro de lo que está ocurriendo ", decía emocionada. "Yo sigo enamorado de Ana María porque eso lo llevo dentro. En algún momento, a lo mejor, he podido tener algún pequeño desliz con alguna palabra, pero yo creo que nos faltaba comunicación y diálogo", terminaba diciendo el diestro.
Bajo el mismo techo de nuevo
Ya en plató le preguntaba a Ana María Aldón si, tras esta llamada, volvería a pasar la noche en la que era su casa y no en un hotel como en ocasiones anteriores. Y aunque esta respondió muy rotunda que esto no significaba que se hiciese borrón y cuenta nueva y que esa misma noche las cosas fueran como si nada. Pero lo cierto es que algo sí cambió o al menos eso aparentaron públicamente.
Una vez terminó el programa, Ana Maria Aldón abandonó las instalaciones de Mediaset en un coche de servicio privado como de costumbre. A diferencia de las ocasiones anteriores, esta vez sí acudía al hogar familiar en Madrid. Y no solo eso, sino que tras saludar sonriente a la prensa que la esperaba a su llegada, también se pudo ver como Ortega Cano había salido de casa hasta la entrada de los coches para recibir a su mujer. Eso sí, el diestro volvía a entrar en casa antes de que su mujer se bajase del coche, no permitiendo así conseguir la imagen de ambos juntos que no se produce desde hace semanas.
A pesar de producirse este momento bastante clave en las últimas semanas, horas más tarde, ya en la mañana del lunes 5 de septiembre, Ana María Aldón salía de casa de Ortega Cano para hacer recados, pero prefería guardar silencio a las preguntas de los reporteros que seguían allí de guardia. Simplemente asintió con la cabeza cuando le preguntaron si se encontraba bien, lo que demostraría que las cosas van a mejor para ella después de todo.