Sin ninguna vergüenza o pudor, el actor más polémico del cine francés sigue revelando algunos detalles de un turbio y oscuro pasado. Gerard Depardieu ha informado sobre esta etapa en un libro autobiográfico escrito por Lionel Duroy y llamado 'That's the way it was'.
Por varias de estas conductas y otras relacionadas con el consumo de drogas, el actor de 65 años llegó a cumplir condenas de cárcel. El ejemplo más sonado fue cuando estuvo en prisión por prestar ayuda a un hombre para profanar tumbas y robar las joyas con las que se enterraron los muertos.
Una vida llena de excesos
Según informa The Hollywood Reporter, el actor que reconoció una ingesta de 14 botellas de vino al día, dio sus primeros pasos en la prostitución homosexual en su localidad natal de Chateauroux, actividad que siguió en práctica en París; "Siempre supe que era del agrado de los homosexuales", declaró el actor.
Depardieu parece tomarse con humor cada escándalo. Se ríe de sí mismo y hasta de su patria, pues en Francia ha recibido un fuerte rechazo y revés social contra su persona, especialmente tras establecer su residencia en Bélgica para pagar menos impuestos y su renuncia a la ciudadanía francesa para recibir la rusa.